FOTO: reuters/archivo agregó que las investigaciones toman tiempo y que los hechos deben determinarse a medida que continúan las mismas  

El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Adel al-Jubeir, señaló hoy que la protesta mundial en torno al asesinato del periodista Jamal Khashoggi se ha vuelto “histérico” e instó a esperar los resultados de la investigación.

 

El máximo diplomático de Arabia Saudita rechazó la demanda de Turquía de extraditar a los sospechosos del asesinato del comunicador en el consulado de Riad en Estambul y consideró apresurado atribuir la culpa a los principales líderes del reino.

 

“El tema se ha vuelto bastante histérico”, señaló Jubeir, y agregó que las investigaciones toman tiempo y que los hechos deben determinarse a medida que continúan las mismas.

 

Al responder a las preguntas de los periodistas en una cumbre regional en Bahrein, Jubeir describió la relación de Arabia Saudita con Estados Unidos como “férrea”, a pesar de los comentarios de que el asesinato “mina la estabilidad regional”.

 

Algunos de los implicados en el asesinato de Khashoggi están cerca del príncipe Mohammed, que es el heredero del reino.

 

La condena por el asesinato al considerarla “atroz” y “dolorosa” hasta el momento no ha logrado aliviar las sospechas de que una operación de tan alto nivel podría haberse realizado sin su conocimiento.

 

“Hemos dejado en claro que vamos a tener una investigación completa y transparente, cuyos resultados se publicarán. Hemos dejado muy claro que los responsables serán responsables”, dijo Jubeir.

 

“Estamos tratando de descubrir lo que sucedió. Sabemos que se cometió un error. Sabemos que las personas excedieron su autoridad y sabemos que los estamos investigando”, comentó.

 

“Desafortunadamente, ha habido esta histeria en los medios de comunicación sobre la culpabilidad de Arabia Saudita antes de que se complete la investigación”, detalló.

 

Turquía alega que un escuadrón de 15 miembros fue enviado a Estambul para matar al periodista, un abierto crítico al príncipe Mohammed en las columnas de The Washington Post.

 

Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, indicó que los otros tres miembros del grupo de los 18 que fueron detenidos en Arabia Saudita eran empleados del consulado.

 

Cinco funcionarios sauditas, incluidos dos que trabajaron directamente bajo el príncipe heredero, han sido relevados de sus puestos.

 

El rey Salman ha asignado a su hijo, el príncipe heredero, para supervisar la reestructuración de los cuerpos de inteligencia del reino después del asesinato.

 

Erdogan dijo el viernes que Turquía revelaría más evidencia sobre el asesinato, pero que no tenía ninguna prisa por hacerlo, lo que indica que las autoridades turcas aumentarán metódicamente la presión sobre Arabia Saudita.

 

Después de tres semanas de cambiar las versiones en torno al incidente, el reino esta semana reconoció que el asesinato fue “premeditado”, citando pruebas de funcionarios turcos que investigan lo que ocurrió.

 

El régimen saudita originalmente mencionó que Khashoggi había abandonado el consulado el 2 de octubre, antes de ofrecer otras narrativas que el presidente estadounidense Donald Trump calificó como “uno de los peores encubrimientos en la historia de los encubrimientos”.

 

TFA