Foto: Reuters Las votaciones adelantadas para elegir gobernador en el estado de Georgia iniciaron esta semana, en medio de numerosas evidencias de que autoridades del Partido Republicano despliegan tácticas para suprimir el voto de electores que pertenezcan a minorías raciales  

Atlanta.- Las votaciones adelantadas para elegir gobernador en el estado de Georgia iniciaron esta semana, en medio de numerosas evidencias de que autoridades del Partido Republicano despliegan tácticas para suprimir el voto de electores que pertenezcan a minorías raciales.

 

De acuerdo con la Unión para las Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU) capítulo Georgia, las autoridades ya han rechazado cerca de 600 boletas de electores que solicitaron votar en ausencia en las elecciones del 6 de noviembre próximo.

 

La razón es que ahora los funcionarios electorales pueden rechazar las solicitudes de votación si sospechan que las firmas en la documentación del elector no coinciden entre sí, aunque los funcionarios, subrayó la ACLU, carecen de toda capacitación para analizar esa información.

 

De acuerdo con la ACLU, las variantes de la firma son más frecuentes en las personas mayores, discapacitadas o que hablan inglés como segundo idioma.

 

Asimismo, este organismo señaló que una cantidad desproporcionada de las boletas rechazadas en Georgia provienen del condado de Gwinnett, uno de los más diversos del estado, donde afrodescendientes, latinos y asiáticos representan más de la mitad de la población.

 

“Desechar la boleta de alguien, sin previo aviso ni oportunidad de apelar, es una clara violación del debido proceso”, de acuerdo con la ACLU, quien ha interpuesto una demanda contra el secretario de Estado de Georgia, Brian Kemp, quien es también el candidato republicano en la elección.

 

La rival de Kemp es Stacey Abrams, una legisladora de profesión abogada, quien también es escritora. Abrams es la primera mujer afroestadounidense en ganar la candidatura del Partido Demócrata para competir en las elecciones para gobernar el estado.

 

La discrepancia entre las firmas no es la única táctica usada por las autoridades republicanas para eliminar votantes que tenderían a apoyar a Abrams.

 

Kemp también ha suspendido los derechos del voto de personas cuyos datos en el formulario de registro no coinciden exactamente con la licencia de conducir y los registros del seguro social. Como resultado, más de 53 mil solicitudes de registro han sido puestas en estado “pendiente”, según la ACLU.

 

Las autoridades también han eliminado de las listas de votación a cerca de 107 mil personas debido a que no votaron en elecciones anteriores y no se comunicaron con funcionarios electores en los tres años previos, de acuerdo con el centro de análisis American Publica Media (APM).

 

Muchos de esos votantes ni siquiera saben que han sido eliminados de las listas. Simplemente no podrán votar en los comicios del 6 de noviembre próximo.

 

De acuerdo con el análisis de APM, los votantes de las minorías raciales son menos propensos a ser votantes frecuentes por lo que tienen mayor probabilidad de haber sido eliminados de las listas mediante esta estrategia.

 

fahl