El presidente Donald Trump volvió a presionar a la Reserva Federal. “La Fed se está equivocando y se ha vuelto loca en el aumento en las tasas de interés”. A su vez, la directora general del FMI, Christine Lagarde, afirmó que “el aumento en las tasas de interés por parte de la Fed es legítimo y necesario”.

Todo esto ha venido ocurriendo conforme la economía de Estados Unidos mantiene un ritmo de expansión por arriba de su promedio, apoyado y alargando su ciclo económico de alza por la reforma fiscal, donde empresas y personas físicas han aumentado su liquidez ante menores tasas impositivas.

La Fed ha venido anunciando en tiempo y forma el proceso de normalización de su política monetaria. Hasta ahora, los aumentos han sido “graduales” de 25 puntos base en cada decisión y los mercados los han visto “acordes”. Sin embargo, Jerome Powell, a principios de mes, comentó que Estados Unidos podría mantener una expansión económica por varios años más, y sólo en caso de un sobrecalentamiento de la economía, tendría que subir las tasas de interés a mayor velocidad para evitar los riesgos inflacionarios.

Esto detonó que el movimiento del bono a 10 años (el instrumento más líquido a nivel mundial) se presionara y alcanzara niveles no vistos desde 2011 en 3.25%. El miércoles pasado hubo una emisión importante de este bono por 230 mil millones de dólares a una tasa de 3.23%, aunque la demanda fue de 2.4 veces, registró casi 20% por debajo de demandas anteriores, lo que genera que los inversionistas esperen más aumentos en la tasa.

También poco se habla, pero la Fed ha venido reduciendo su balance con la idea de retornar a niveles más estables y una tasa de interés más en la zona de “normalización” de 3.25 a 3.50%. Ha generado que el Gobierno americano tenga que estar recurriendo a un nivel de endeudamiento mayor cada vez y mientras la economía mantenga un ritmo de crecimiento más cercano a 3.0% anual, no hay mucho problema. Sin embargo, una desaceleración como la que el FMI anunció para Estados Unidos de 2.5% anual en 2019 podría generar incrementos en el déficit fiscal. Pero no debemos dejar a un lado el riesgo del aumento en las tensiones comerciales, especialmente con China, que ya pudieran empezar a pasar factura hacia un menor crecimiento económico.

También preocupa el nivel de deuda de corporativos que durante varios años aprovecharon las bajas tasas de interés para un financiamiento “barato”, pero ahora, con tasas de interés superiores, las condiciones están cambiando y los riesgos de “defaults” aumentan. Ahí está el caso de Sears, que podría estar anunciando su bancarrota en Estados Unidos este próximo domingo.

Así, Donald Trump intensifica su ataque a la Fed porque pudiera ser el “culpable” de que sus propuestas y acciones se vean frustradas para seguir apoyando la expansión de la economía, ahora que se acercan los tiempos políticos electorales y las elecciones del 6 de noviembre. Donald Trump podría vivir semanas difíciles y, en su caso, no podríamos descartar acciones más hostiles hacia China, hacia algunos países en temas geopolíticos, otros acuerdos comerciales, etcétera.

Inicia la etapa de reportes corporativos al tercer trimestre del año este día. Se esperan resultados positivos apoyados por el efecto de la baja en impuestos y bajos comparativos. Pero posiblemente los mercados ya hayan descontado estos resultados. La volatilidad seguirá… es “octubre”.