La mejor forma de honrar la memoria, valorar el sacrificio y la lucha de quienes en 1968 demostraron que hay más de un futuro posible, es ratificar el compromiso del Instituto Politécnico Nacional (IPN) por continuar, sin pausa ni tregua, el servicio a México mediante un proyecto educativo a la altura de sus necesidades, aseguró Mario Alberto Rodríguez Casas, director general del instituto.

Al participar con la representación de la comunidad politécnica en la sesión solemne con motivo del 50 aniversario del Movimiento Estudiantil de 1968, Rodríguez Casas sentenció que el IPN “tenemos un rumbo claro y sabemos cómo hacerlo. Somos una comunidad madura, con capacidad crítica y apertura al diálogo, responsable e interesada en la vida pública, y en los destinos de nuestro país”.

Ante el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, y del Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, el director general del IPN destacó que a las instituciones educativas públicas corresponde trabajar con mayor ahínco para brindar a nuestros jóvenes espacios educativos, de investigación y vinculación de alta calidad y excelencia académica.

En la conmemoración en la que se develó en el Muro de Honor la inscripción en letras de oro “Al Movimiento Estudiantil de 1968”, señaló que a ellos, les debemos toda una vida de trabajo y lucha, porque con su sacrificio mostraron también el orgullo de ser politécnicos.

DPC