A 50 años de la masacre del 2 de octubre no debe haber perdón no olvido, dijo Jaime Rochin del Rincón, comisionado ejecutivo de atención a víctimas.

 

Duraste la inauguración del Monumento a la ausencia, proyecto antimonumental de la artista israelí Yael Bartaba; Rochin señaló que la Plaza de las Tres Culturas está marcada con una huella de sangre en la historia.

 

“Nos reunimos para recordar para quienes dieron las órdenes, para que no se pierdan en el laberinto del pasado, para que su responsabilidad sea señalada siempre con todo el peso de la historia”.

 

“Nos reunimos para evocar, para no olvidar. Porque hoy como hace 50 años no debe haber perdón y ni olvidó”.

 

El funcionario dijo que el país tiene una deuda histórica con las víctimas mortales del 68 y con sus sobreviviente que de no saldarse continuará pasando factura en los libros de historia y en el futuro como nación.

 

En el evento estuvieron presentes el rector de la UNAM, Enrique Graue; el jefe de gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva; presidente de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, así como integrantes del Movimiento del 68.

DPC