Fueron muchos años de un sistema con claros y oscuros, pero también fueron años en los que hubo estabilidad social y la economía creció. Claro que también se fomentó la desigualdad social y los polos se hicieron cada vez más lejanos.

México no tuvo una clase media y el Producto Interno Bruto del país se concentró y sigue concentrado en manos de unos pocos.
No hemos cerrado un capítulo del libro que leíamos. Hemos cerrado todo el libro. Comenzamos a escribir uno completamente distinto.

México ya no será igual. Nunca más será igual. Incluso si el presidente Andrés Manuel López Obrador tuviera equivocaciones después de su aplastante victoria del 1 de julio pasado, solamente ese hecho hace que a partir de ahora todo sea distinto.

El exceso categorizado a lo consuetudinario estaba desdibujando a México desde sus propias entrañas. Lo que había pasado de una célula maligna estaba extendiéndose por las tripas del país acabando con todo lo que pasaba a su paso. Aquello no podía seguir así.

La historia de México se escribe con esfuerzo, con una tinta indeleble que representa la tenacidad constante de los mexicanos. La firma del país está rubricada con el sudor de todos y cada uno de los mexicanos que dejaron su grano de arena durante muchos años para contribuir a que el país se cimentara con argamasa sólida.

Estos 80 años de política ortodoxa sí contribuyeron a hacer un México mejor. Es justo hacer un reconocimiento de aquella historia que se estudiaba y se estudia en los libros de texto.

Pero la ciudadanía, que es la que decide, ha dicho que ahora toca un cambio radical, un México transformado. No se trata de una limpieza de la fachada del edificio. De lo que se trata es de realizar una obra estructural dentro del edificio. Eso es tarea de todos para que todos sigan trabajando para un México nuevo.

Nos encontramos ante un reto, una oportunidad histórica. Podemos ser referentes de nosotros mismos y del mundo exterior.
Así como el 1 de julio el país cambió porque lo dictó la ciudadanía, ahora también está en la mano de los mexicanos tomar las riendas y contribuir todos a esta transformación, esa ilusionante aventura.