Salió a la luz una nota donde aseguraban que Eduardo Yáñez había golpeado a un señor de 60 años durante las grabaciones de Falsa identidad -la nueva teleserie de Telemundo-. El actor se empeñó en desmentir la noticia, diciendo que los actos de violencia acaecidos, fueron parte de una escena. Quise creer que era cierto, sería terrible que Eduardo volviera a meter la pata, después del golpe que le propinó a un reportero de Univisión.

La gente que trabaja con Eduardo mandó fotos y videos avalando su versión, para justicar lo publicado, diciendo que todos son muy malos y buscan inventar chismes sólo para perjudicarlo. Y ¡zaz! que sale el alcalde de Zempoala a decir que es cierto. Eduardo golpeó a un señor por grabarlo con su celular. Algunos señalan que se repartió dinero para que nadie dijera lo que realmente sucedió y salirera bien librado.
En realidad, una vez más agredió a alguien; que le quede claro que no perjudica a la prensa, se perjudica a él mismo, porque no afronta la realidad, porque no se da cuenta que tiene un gran problema de autocontrol.

La verdad saldrá a la luz y no veo la razón para que el alcalde de Zempoala mienta y diga que fue cierto lo publicado por TV Notas. Hubo más de una persona viendo lo sucedido, imposible callarlos a todos.
No se trata de engañar a los medios de comunicación, se trata de engañarse a sí mismo, una y otra vez. Se irá quedando sin trabajo, sin amigos y sin familia, porque puedes mentirte a ti mismo, pero no a los demás.

Peligroso que Telemundo solape este tipo de conductas que demeritan el trabajo del resto de los actores, porque en vez de hablar del proyecto, saldrán mil notas del mal comportamiento de su protagonista que aunque busque manejar una falsa identidad, conocemos su verdadero yo.

Tal vez sea injusto, pero la prensa va a los eventos y reseña lo que sucede en las alfombras rojas, pocos hablan de las obras de teatro, las películas o festejos a los que son invitados. Por eso, atrás ponen una manta con las marcas o el título de la producción en cuestión.
Los actores se molestan y con razón, pues pocos se toman el tiempo de ver su trabajo; pero desafortunadamente a la audiencia le divierten más las notas de color, y eso se puede probar con los famosos ratings, donde minuto a minuto se descubre lo que interesa al público. Si los actores vieran algún día qué tipo de noticias son las que gustan, se caerían de su silla. De inmediato se sabe de los artistas que captan la atención del televidente o radioescucha.

Recuerdo a infinidad de famosos diciendo: “A la gente no le interesa nuestra vida, nos siguen por nuestra carrera y por los proyectos en los que participamos”, nada más alejado de la verdad.
Está comprobado que si pones en una mesa una revista o periódico en la sección espectáculos , no hay quien se resista, y pasa por lo menos, en manos de 10 lectores que hojean con curiosidad su contenido.

Hay más…, pero hasta ahí les cuento.