El cambio va a empezar pronto.
Todavía no protesta como diputado y ya sufre.
Todavía no trabaja y ya protesta por el sueldo.
El también actor y empresario Sergio Mayer vive uno de los mayores ridículos de su naciente carrera legislativa.

Compitió y ganó con Morena, que pregona la austeridad republicana, el combate a la corrupción e impunidad, entre otras cosas, y eso nunca lo entendió.

Nadie le prohíbe hacer declaraciones, pero sin conocimiento de la vida parlamentaria, sin experiencia legislativa y sin autoridad alguna, el diputado electo dice que el sueldo de 74 mil 672 pesos no le va a alcanzar para mantener el estilo de vida de su familia.

“Evidentemente tengo que buscar otro tipo de ingresos porque tengo familia; quizá fuera de los periodos, y si tengo oportunidad de hacerlo, lo haré… Estoy acostumbrado a un tipo de vida que me gusta; evidentemente, que mis hijas estén bien, tengan buenos colegios, que tengan buena educación, y vamos a trabajar precisamente para eso… Quizá sí, voy a percibir menos de lo que yo gano como actor o empresario, pero creo que vale la pena, y ése es el compromiso”.

Qué bueno que no compitió por un puesto en la otra cámara, en donde tampoco un senador podrá ganar más de 90 mil pesos al mes.

Sus alegaciones provocaron que alguien con mayor sentido común organizara la polémica. En alusión al diputado electo Sergio Mayer, Juan Zepeda, senador electo por el PRD, dice que “a quien no le alcance una remuneración austera, que pida licencia y deje la oportunidad de servir a quien se registró como suplente”.

El senador Zepeda anunció que propondrá a su grupo que la “iniciativa de Morena de bajar de 300 mil pesos de dieta a 90 mil sea reducida aún más -a 40 mil pesos brutos-, y que se agarren ésos que dicen que no les alcanza”.

Los afectados deben entender, de una vez por todas, que sus nuevos encargos no van a resolverles el problema de liquidez, si es que lo tienen o los van a enriquecer.

Milonga: el PRI recibió su merecido, ya que perdió su capacidad para protagonizar, y no sabe hacia dónde va. Enfrenta el peor de sus escenarios, intenta una aventura incierta y se hunde con declaraciones que ni él mismo entiende. Un día, Claudia Ruiz Massieu, dirigente nacional del Revolucionario Institucional, dice que “la corrupción fue la causa principal en la derrota del PRI” y al otro día “el partido está en un proceso de diagnóstico de las causas de su peor derrota electoral, de la cual, señaló, todos los priistas son corresponsables”. Ya se les hizo bolas el engrudo.

jfcastaneda9@hotmail.com