¿Qué hará el nuevo Gobierno con los sindicatos?

La pregunta vale porque, en el caso de los mineros, el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, prometió que “habría democracia’’, lo que ello signifique.
Un indicador de que lo puede estar pensando el tabasqueño es su empeño en que Napoleón Gómez Urrutia llegara al Senado.
Pero hay dos casos emblemáticos que merecen atención especial: el del sindicato petrolero, que dirige Carlos Romero Deschamps –que por primera vez desde que fue electo secretario general en lugar de Sebastián Guzmán Cabrera se quedó sin fuero- y el del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Romero Deschamps ha sido duramente cuestionado por el uso patrimonialista que ha dado a la organización sindical; se le sigue viendo como un caso emblemático de corrupción, pero ningún gobierno lo ha querido tocar.

Carlos Abascal, secretario de Trabajo en 2001 con Vicente Fox, contó a quien esto escribe que Romero estaba dispuesto a estallar una huelga en Pemex para presionar al nuevo Gobierno, el primero no priista en más de 70 años.

“Al cuarto para las 12 de la noche, ya para estallar la huelga, lo llevé a otra oficina y le dije: ‘Si estalla la huelga, el Presidente me corre, pero usted se va a la cárcel por esto’’’, y simuló tener un expediente en las manos.

Romero Deschamps entonces le pidió que le diera “algo’’ que llevar a la asamblea sindical para evitar el estallamiento.
Una consulta con el Presidente y su secretario de Hacienda terminó con un ofrecimiento de medio punto porcentual más de incremento salarial.
Y no hubo huelga.
¿Cuál será la política que siga el próximo Gobierno respecto a los sindicatos? ¿Habrá líderes buenos y líderes malos?

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En términos simples y llanos, Andrés Manuel López Obrador anunció la resucitación de la Conasupo con fusión de Diconsa y Liconsa en lo que se llamará Organismo de Seguridad Alimentaria.
Y nomás para que no hubiera duda de la línea del nuevo ente, nombró como director a Ignacio Ovalle Fernández, ex director de… ¡la priista Conasupo!
Ovalle fue el funcionario que creó los famosos tortibonos de los 80, que tan duramente fueran criticados por la izquierda de entonces por “populistas’’, “clasistas’’ y “discriminatorios”.
Se supone que el nuevo organismo de seguridad alimentaria tendrá la tarea de llevar a precios bajos los 36 artículos que componen la canasta básica a la población más pobre del país.
La idea no es mala, porque unifica dos instancias de apoyo social, cuyo efecto sí se puede medir diario.
Lo que no se sabe es si este programa de alimentos básicos a precios inferiores a los del mercado suplirá a otros que maneja la Secretaría de Desarrollo Social como Progresa.
O si será Progresa con Conasupo.

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Televisión Azteca y Televisa sostienen una batalla por el rating con dos realities de competencias físicas: Exatlón y Reto 4 Elementos.
A partir del éxito de Exatlón, Televisa produjo su propio programa de competencias; ambos iniciaron una segunda temporada el lunes pasado.
De acuerdo a la firma de medición de audiencias, Nielsen-IBOPE, Exatlón obtuvo 10.8 de rating, frente a 7.1 que logró la emisión 4 Elementos de Televisa el lunes de estreno.
El martes 14 de agosto, Exatlón registró 10 puntos de rating; mientras que 4 Elementos, tan sólo 6.4 puntos; así continuó la tendencia.
Dicen que quien pega primero pega dos veces, y eso parece aplicarse en este duelo de realities.