Foto: Cuartoscuro Elena Maya, quien habita uno de los 18 departamentos ubicados junto al plantel, expresó que desde que ocurrió el temblor carecen de la barda y la reja que delimita el área del edificio  

Vecinos de Rancho Tamboreo 21 –contiguo al Colegio Enrique Rébsamen, cuyo inmueble al desplomarse con el sismo del 19 de septiembre de 2017 invadió parte de su predio– pidieron que la demolición y retiro de escombros anunciada por la autoridad se concrete.

 

Elena Maya, quien habita uno de los 18 departamentos ubicados junto al plantel, expresó que desde que ocurrió el temblor carecen de la barda y la reja que delimita el área del edificio.

 

“(El derrumbe del colegio) afectó la barda y en un tiempo afectó un poquito nuestro edificio, porque tenían apoyados polines en nuestra pared para que no se cayera una de las bardas, y eso era algo ilógico porque estaban afectando nuestra propiedad”, expresó Maya.

 

Manifestó que el asunto es de seguridad, pero también de vista, “porque francamente si se ha afectado demasiado”.

Fernando Roura, quien habita en el departamento 102, comentó que existen dos cuerpos de edificios, lo que era la secundaria y la primaria, que quedaron intactos, pero lo que piden que se retire es lo que está invadiendo su propiedad, que es la parte derrumbada.

 

Detalló que la barda y la reja del edificio no se cayeron con el sismo, sino que se retiraron para facilitar las labores de rescate, y el acuerdo es que las autoridades cubrirán los gastos para reponer las afectaciones a su propiedad.

 

fahl