Mañana arrancan en Ciudad Juárez, Chihuahua, los foros convocados por Alfonso Durazo, futuro secretario de Seguridad Pública, para analizar el tema de la inseguridad pública en el país.
Los foros llevarán por título Escucha para trazar la ruta de pacificación del país y la reconciliación nacional.
A este primer foro asistirá Andrés Manuel López Obrador.
Destaca el hecho de que se haya decidido comenzar por Juárez, una ciudad fronteriza aterrorizada por la delincuencia organizada, que en los últimos días ha visto más de tres decenas de asesinatos presuntamente cometidos entre bandas rivales que se disputan el control del narco.
Juárez está viviendo uno de los peores momentos de su historia –y mire que es mucho decir-, producto también del enfrentamiento que existe entre el gobernador Javier Corral y el presidente municipal Armando Cabada Alvídrez.
Ya en varias ocasiones, Cabada ha hecho llamados a la Federación y al Gobierno estatal con el fin de definir una estrategia en conjunto para el combate al crimen organizado.
Pero por una u otra razón tal estrategia no se define, y pese a algunas colaboraciones aisladas, el fenómeno se recrudeció drásticamente las últimas semanas.

¿Qué se espera de los foros?
La convocatoria es abierta a todos los que quieran participar y tengan algo que proponer sobre el tema en particular.
Pero ya hay tantos diagnósticos, que lo que urge es el tratamiento de fondo, no sólo aspirinas para éste que es el principal problema del país, la inseguridad pública.
¿Será que en los foros se encuentre el remedio definitivo?

Lo dudo.

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Lo dijimos hace algunas semanas y lo ratificamos hoy: Andrés Manuel López Obrador está desperdiciando de una manera sorprendente el bono democrático que obtuvo el 1 de julio.
No sólo por los nombramientos altamente cuestionables de los directores de la CFE, Manuel Bartlett, y de Pemex, Octavio Romero Oropeza, un agrónomo –sí, leyó bien-, totalmente desconocido en el sector.
Alguien le recomendó al próximo Presidente electo que realizar una gira por Chiapas para anunciar su programa de siembra de un millón de hectáreas de árboles maderables y frutales, lo cual está bien.
Lo malo fue que el anuncio lo hizo precisamente desde los laboratorios de producción de plantas tropicales, Agromod, propiedad nada más y nada menos que de su próximo jefe de la Oficina Presidencial, Alfonso Romo.
Ni siquiera ha iniciado el sexenio, y ya comenzaron las sospechas sobre los beneficios que obtendrán sus cercanos colaboradores.
¿Pues no que no iba a ocurrir?

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Por cierto, López Obrador será el candidato ganador que más pronto reciba su constancia de Presidente electo, el próximo miércoles 8 de este mes.
El Tribunal Electoral tenía de plazo hasta el 6 de septiembre, pero entre las presiones que ejercieron los “grupos de la sociedad’’ afines al tabasqueño más la decisión de desechar las impugnaciones del PES y Nueva Alianza sobre la elección presidencial, los magistrados decidieron apurar la entrega del reconocimiento que, bien a bien, no sabemos cuál será el beneficio, si de todas formas AMLO rendirá protesta el 1 de diciembre.
Pero como dicen en el pueblo, más seguro más marrao.

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Los defensores de Nicolás Maduro ya se tardaron en condenar al “imperialismo yanqui’’, a Colombia y hasta a los marcianos por el supuesto atentado en contra del venezolano.
¡Qué novelón! Ni Neymar en el Mundial.