A nadie convencían las explicaciones.
La indignación era más que evidente, y ya era una vergüenza.
Podemos decir que, sobre la actividad del narcotráfico en la Ciudad de México, no se nos dijo exactamente la verdad. El problema es, sobre todo, la corrupción.

El Gobierno de la Ciudad de México ante la urgencia de la situación decide no más improvisaciones y hace el anuncio.
José Ramón Amieva, jefe de Gobierno, informa de la creación de un grupo especial de combate al narcomenudeo. Irán contra las narcotienditas, almacenamiento, distribución, armas y las agresiones. Este grupo especial deberá también garantizar la seguridad de los capitalinos, combatir la corrupción dentro de la corporación y no permitir ni moches ni cobro de cuotas.

La propuesta de cambio está encabezada por el ingeniero Raymundo Collins, secretario de Seguridad Pública de la CDMX, quien me dijo: “Tenemos un problema importante del narcomenudeo en la ciudad, tenemos detectado sobre todo dos grupos muy importantes, entre ellos se están peleando y tienen una violencia desmedida. Vamos a ir contra ellos, y en automático ese tipo de violencia va a disminuir”.

El secretario reconoce que la situación es comprometida y mete presión: “Ya me he juntado con todos los mandos operativos, ya se les hizo ver que no hay justificante, que nadie los puede engañar al decirles que tienen que mandar dinero para el mando, como es la justificante para hacer sus famosas colectas; eso se acabó. El que lo haga está bajo su riesgo, y si lo agarramos, lo vamos a consignar. Ese tiempo no debe seguir ocurriendo porque entonces estaríamos en estado de inmovilidad”.

Una explicación justifica que las actividades sospechosas de ninguna manera son susceptibles de legítima protección: “Los retenes es algo en este momento que es permitido para revisiones y que es pieza fundamental en defensa de la sociedad, porque digo esto en un momento en que hay tantas armas en donde tenemos droga vendiéndose por todos lados; forzosamente circula en vehículos, en automotores, en motocicletas y estamos encontrando una gran variedad de drogas y armas en estas revisiones”.
Ante la emergencia se perfila un programa de Gobierno para pocos meses: “Nosotros lo que pensamos es entregarle al equipo que llegue de transición del nuevo Gobierno todo lo que estamos haciendo al cien por ciento, para que ellos tengan la decisión de si mejoran sus nuevas formas. Lo que estamos haciendo es un viraje de cómo está actuando la Policía en este momento, enfrentar a la delincuencia abiertamente”.

¿Cuál será el precio que se deberá pagar por combatir la corrupción?
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