FOTO: EFE En crisis. Las protestas contra Daniel Ortega, que comenzaron el pasado 18 de abril han dejado ya 200 muertos, la más sangrienta desde la década de 1980, cuando el dictado llegó al poder por primera vez.  

MANAGUA.- La Alianza por la Justicia y la Democracia, que aglutina a los universitarios, empresarios, sociedad civil y campesinos de Nicaragua, condicionó su permanencia en el diálogo nacional al hecho de que se cumplan los acuerdos alcanzados hasta ahora y aceptados por el Gobierno de Daniel Ortega.

“Mañana (martes) nos reincorporamos al plenario del diálogo nacional y demandaremos el cumplimiento de lo acordado como condición indispensable para seguir dialogando”, afirmó en rueda de prensa el académico Carlos Tünnermann, al leer un comunicado en nombre de esa Alianza.

La Conferencia Episcopal, mediadora y testigo del diálogo nacional, decidió ayer suspender las tres mesas de trabajo creadas para superar la crisis debido a que el Gobierno no presentó copias de las cartas de invitación a organismos internacionales de derechos humanos a visitar el país.

El Gobierno aceptó el viernes pasado invitar de manera “inmediata” a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Unión Europea (UE) y la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El Gobierno nicaragüense aseguró ayer que asistirá hoy a la mesa de diálogo nacional y reiteró su propuesta de que sean creadas “comisiones locales de paz” para “frenar la ola terrorista” en Nicaragua.

Por otra parte, el Gobierno de EU defendió ayer que la convocatoria de elecciones anticipadas en Nicaragua puede representar “un camino constructivo” para superar la crisis sociopolítica que ha dejado ya cerca de 200 muertos en ese país centroamericano.