FOTO: EFE Juan Carlos Requesens, diputado venezolano. Comparte la dura experiencia que han vivido con la dictadura de Maduro  

Países como Venezuela son una muestra del profundo daño causado por el populismo en Latinoamérica, advierte Juan Carlos Requesens Martínez, diputado opositor al régimen de Nicolás Maduro. “Lamentablemente los países creen que no puede ser víctimas de fenómenos como esto, pero en el 98 en Venezuela decíamos: ‘Venezuela no es Cuba, es imposible que pase lo mismo’, 20 años después es mucho peor”. “Venezuela era un país con instituciones sólidas que estaba creciendo económicamente, con sus complicaciones, pero con una calidad de vida absolutamente distinta. Hoy nos encontramos peor que Cuba, no sólo por las afecciones políticas sino por la crisis humanitaria”, comenta en entrevista con 24 HORAS el líder social, quien se encuentra en México para compartir la dura experiencia venezolana.

– En los pasados comicios en los que se reeligió Nicolás Maduro bajó la participación, sólo acudieron 46% de los votantes, ¿Qué factores contribuyeron a este resultado?
– Yo pondría en duda esa cifra que plantea el Consejo Nacional Electoral. Los registros que tenemos nos reportan menos del 35% de participación, sin embargo, a través de mecanismo de fraude que ha usado como en la elección de la Constituyente, a través de la doble votación, inflaron esa cifra; y el bajo nivel de participación se debió a que hubo un llamado del Frente Amplio de la Mesa de Unidad a la abstención y, segundo, por la desconfianza en el Consejo Electoral, bien fundada, porque han hecho fraude, la comunidad internacional lo reconoce. No tenemos interés en participar en una elección hasta que no haya condiciones electorales legales, justas, transparentes y libres.

¿Cuál es el reto para la Oposición?
-Lo primero es articular a los distintos sectores del país. Hoy Venezuela vive una fase muy dura de la represión, el gobierno ha aumentado la persecución… y los partidos y los que han salido del país deben articularse para pasar a una fase de organización… La diáspora venezolana ha llevado a 6 millones de venezolanos fuera del país, por lo que necesitamos reconstruir una estructura orgánica de vanguardia real que pueda presionar y constituir un cuerpo humano para sortear este conflicto social. La oposición no vive el momento de hace 4 años cuando teníamos partidos legales, militancias en todos los municipios, hoy hay una dirigencia perseguida que se ha tenido que ir del país… Pero debemos promover y apoyar las protestas sociales que se llevan a cabo en todo el país producto del colapso del sistema… Debemos promover la ruptura interna del gobierno que está profundamente dividido, tenemos que buscar también agrupar a disidentes para lograr la transición democrática.

Respecto a la protestas, al menos desde fuera se ve que han bajado, ¿la gente ya está cansada?
-Cansada, con miedo, la persecución, la crisis humanitaria, son distintos aspectos que confluyen. Es normal que la gente sienta miedo en un país donde protestar es prácticamente un delito para el gobierno, te torturan, te meten preso, entonces es muy complicado muy difícil, pero los lideres políticos tenemos un deber para profundizar en esta vanguardia y nos toca ser mucho más valientes, estar mucho más dispuestos a dar la vida. Sin embargo, a pasar de que no se dan esas protestas políticas mediáticas que se dieron en 2017, en el primer trimestre de 2018, se registraron más protestas que en el primer trimestre del año pasado y son protestas por servicios, por comida, por problemáticas sociales que está viviendo Venezuela. Las protestas se han transformado.

¿Ante esta crisis que se vive, los jóvenes son los más afectados o pega por igual?
-A todos nos pega, a todos, a los de la tercera edad, a los adultos contemporáneos, a los más chicos que no tienen vacunas, no tienen acceso a medicamentos, a comida de calidad, los colegios no tienen maestros; a los jóvenes por supuesto no es que le pega más que a los demás, sino que la población joven en Venezuela era muy alta, lamentablemente muchos de los jóvenes se han ido, porque no hay futuro en Venezuela ni para ir a la universidad ni para trabajar para formar una familia. Para los adultos no hay posibilidad de mejorar su ingreso económico y de mantener a su familia y para los abuelos los medicamentos y servicios de calidad no existen.
Por eso la diáspora es tal alta, de 30 millones de habitantes se han ido 6 millones.

Y ante toda esta situación, ¿por qué millones de venezolanos siguen votando por Maduro?
-Fueron apenas 4 millones de venezolanos que votaron por Maduro, pero para un país como Venezuela (con 20 millones de votantes) son cifras muy bajas, ciertamente todavía tiene una base social que representa el 10%, el otro porcentaje representa lo obligatorio, obligan a la gente a votar por los beneficios que les puedan dar, buscan a la gente con los organismos de seguridad para llevarla a votar… fuera del 10%, no tiene una base popular.

¿Cómo defines al populismo en Venezuela?
-No es un problema venezolano, es latinoamericano, donde la ultraizquierda es la que la ha venido desarrollando, a través de líderes carismáticos que hablan de un proceso de transformación, pero que sin duda terminan tratando de construir desde el Estado y con los recursos del gobierno toda una política clientelar de la vida social, se aprovechan de la desigualdad social y la pobreza para construir un gran Estado paternalista y garantizarse ellos en el poder y el control, no respetan el Estado de Derecho, no respetan las instituciones, pero lo más importante es que no respetan la dignidad humana. Aspiran al poder sólo para sí mismos y eso nos ha afectado profundamente en Brasil, Argentina y Venezuela, que es el máximo exponente.

¿Ves algún parecido entre el régimen de Venezuela y el de Nicaragua?
-Absolutamente, es uno de los ejemplos más claro. La respuesta de Nicaragua a las distintas manifestaciones es exactamente la misma. Son gobiernos del mismo talante y del mismo carácter autoritario.

En México han comparado a Andrés Manuel López Obrador, ¿qué opinas?
-Yo no soy quien para emitir opiniones sobre su candidatura, lo que sí puedo es hablar sobre las veces en que él se ha referido al caso venezolano, porque él y sus voceros han dicho cosas que no son ciertas: que Venezuela es una democracia, es no es cierto; que en Venezuela no hay represión, eso no es cierto; y él a enarbolado muchas banderas de Hugo Chávez que es el principal responsable de la situación que vive Venezuela. Lamentamos que en nombre de la auto soberanía de los pueblos él sea incapaz de pronunciarse por las víctimas y los distintos factores que ha vivido Venezuela.

PERFIL

Juan Carlos Requesens Martínez
29 años, Diputado a la Asamblea Nacional de Venezuela

  • Fue electo en los comicios de 2015, para el periodo 2016-2020. Líder de la oposición estudiantil durante las protestas de 2014.
  • En una de las manifestaciones contra Nicolás Maduro, al realizar una marcha hasta la defensoría del pueblo fue atacado por colectivos, resultando herido por una botella.

Nuestro deber como ciudadanos de América Latina es advertir, visibilizar el caso venezolano, comparar con los distinto populismos de América Latina y recomendarles que no caigan en esos chantajes

 

 

JNO