Puebla vivió los días pasados una ola de crímenes sin precedente, atribuidos a la lucha de cárteles que se disputan el control del robo de combustible.

 

En menos de cuatro horas, 16 asesinatos en diversos puntos de la entidad; todos atribuidos a las bandas de “huachicoleros’’.

 

La entidad había vivido una paz que envidiaban sus vecinos del Estado de México, la Ciudad de México y Veracruz.

 

Pero la violencia se ha enseñoreado de la entidad desde que se hicieron públicos los nombres de los líderes de las bandas que roban combustibles y que ahora han encontrado otro filón en el asalto masivo a los trenes de carga.

 

Si a eso le sumamos el hecho de que Puebla comienza a destacar a nivel nacional en casos de feminicidios, la sociedad poblana, pero sobre todo el gobierno que encabeza Antonio Gali Fayad, tienen razones de sobra para preocuparse.

 

Y si la justificación al disparo de la violencia en el estado se atribuye desde el Gobierno local a la lucha “entre cárteles’’, ya comenzamos mal.

 

Porque ésa fue la justificación de la violencia en Guerrero, en el Estado de México, en Michoacán, en Morelos, y ya ve cómo se encuentra cada una de esas entidades.

 

El gobierno panista deberá de dejar de hacer futurismo político y atender el repunte de la violencia antes de que el fenómeno sea imparable, como ya ocurre en otros estados.

 

Aún hay tiempo.

 

 

 

El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, se reunió con los diputados de los partidos que conforman el llamado Frente Ciudadano por México, para pedirles su respaldo a varias peticiones presupuestales.

 

De entrada, Mancera pidió a los legisladores luchar, en la discusión del presupuesto, por un fondo para la reconstrucción fuerte y con criterios urbanos.

 

La razón de la propuesta es que, según los diputados, el jefe de Gobierno explicó que el Fonden está diseñado para atender emergencias, sobre todo en áreas rurales, y no tiene mecanismos para acelerar la entrega de recursos cuando se trata de urbes como la CDMX.

 

Mancera dijo que es necesaria la creación del Fondo Catastrófico para la Ciudad de México, y que se requiere, en el presupuesto para el próximo año, una partida especial para la reconstrucción.

 

El jefe de Gobierno pidió también a los diputados del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano buscar que el fondo de capitalidad establecido en el proyecto de presupuesto, de mil 250 millones de pesos, crezca hasta los cuatro mil o cinco mil millones de pesos.

 

Todos los diputados le dijeron que sí.

 

A ver.

 

 

 

Un dato de la reunión entre Mancera y diputados que no debe pasar desapercibido es la petición que hizo el jefe de Gobierno con el objetivo de que se cree un fondo especial para atender el problema del agua en la capital del país.

 

Mancera explicó que si no se invierte en el sistema de agua de la metrópoli, en el corto plazo los problemas se agravarán y se requerirá una inversión mucho mayor para paliar sus consecuencias.

 

Así que para los que buscan la candidatura a la Jefatura de Gobierno, ya tienen un problema más que sumar a su agenda.

 

 

 

Guillermo Padrés, ex gobernador de Sonora, acusado de delincuencia organizada –único cargo que lo mantiene preso-, obtuvo un amparo que, de ser ratificado por un Tribunal Colegiado, lo sacará de la cárcel.

 

Y, bueno, en la PGR, que fue la que integró el expediente, están que no los calienta ni el sol del desierto sonorense.