Luego de recibir la bendición de su mamá, Iván Fuentes, elemento del Heroico Cuerpo de Bomberos capitalino, salió de su casa para ayudar en las labores de rescate en el Colegio Rébsamen, que colapsó durante el sismo del 19 de septiembre pasado.

 

Aquél día, el bombero de 23 años se encontraba en su hogar, ya que era su día de descanso laboral; sin embargo, luego del movimiento telúrico que sacudió al país, decidió presentarse a filas para ayudar a la población afectada. Ante su firme decisión, su madre sólo pudo encomendarlo a Dios.

 

Me dio la bendición y me dijo que me cuidara mucho, ya que sabía que en las labores de rescate me expondría en los edificios que habían colapsado”, afirmó en una entrevista con 24 HORAS.

 

Cuándo llegó a la Estación Central de Bomberos, ubicada en Fray Servando, fue asignado a las labores de rescate del Colegio Rébsamen, donde murieron 19 niños y siete adultos.

 

Al llegar al lugar, alrededor de las 15:00 horas, él y cinco compañeros, recibieron instrucciones de las fuerzas federales al mando para que apuntalaran una zona de la institución educativa.

 

Inmediatamente apuntalamos el punto que nos dijeron, ya que había riesgo de que la estructura colapsara por completo y eso no podía pasar, ya que nos indicaban que aún había niños y adultos al interior… y nuestro objetivo era sacarlos de ahí con vida”, detalló.

 

El bombero, que lleva cuatro años en la corporación, afirmó que al ponerle polines a la estructura, empezaron a remover los escombros y hacer túneles en ellos, para buscar sobrevivientes.

 

Conforme fue pasando el tiempo, Iván y el equipo de bomberos rescataron a seis niños de entre los escombros.

 

Los niños eran de ente ocho y 10 años de edad; nunca voy a olvidar la cara de shock que tenían cuando los rescatamos, no sabían lo que pasaba, parecía que no sabían ni donde estaban”, apuntó.

 

Detalló que “al salir del shock”, los menores empezaban a preguntar por sus madres y a manifestar que querían estar con ellas. Por ello, aseguró que los bomberos trataron de tranquilizar a los infantes, diciéndoles que “ya todo había terminado, que pronto estarían con sus mamás”.

 

El descanso no llegó después de rescatar a los niños, pues después de cumplir con su deber en el Colegio Rèbsamen, los bomberos se dirigieron al Multifamiliar de Tlalpan, donde apoyaron con la búsqueda de sobrevivientes por más de tres días.

 

 

*edición impresa 24 Horas

 

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