Una pastor malinois llamada Uma apoyó en ubicar una llamada zona caliente donde fue localizado el último cuerpo retirado de entre los escombros del Colegio Enrique Rébsamen, el cual colapsó con motivo del sismo del 19 de septiembre pasado en la Ciudad de México.

 

Esta perrita, de cinco años de edad, perteneciente a la Asociación Civil Escuela Canina de Catástrofes de Argentina (ACECC), participó junto con tres perros más y seis brigadistas en las labores de rescate de dicha escuela, ubicada en la delegación Tlalpan, donde murieron 32 niños y cinco adultos.

 

Durante una ceremonia de despedida a los brigadistas y sus respectivos binomios caninos, en la Embajada de Argentina, Pedro Miranda, propietario de Uma e integrante de la ACECC, comentó que la peluda “es una niña muy cariñosa; la llevo a todos lados”.

 

Los socorristas viajarán hoy a su país, luego de participar en una de las operaciones más fuertes a la que se han enfrentado: no habían estado en una zona siniestrada con niños bajo los escombros.

 

“Verlo por televisión (el sismo) es muy distinto a estar parado frente a un colegio derrumbado. Nos dijeron que se necesitaba encontrar a una persona. Laboramos de noche desde el sábado con nuestros caninos; ellos marcaron una zona caliente, que es cuando un perro ronda para señalar algo”, explicó Nahuel Fraga, el más joven del grupo y quien trabaja con Lupo, un pastor “muy juguetón” que no pasó las pruebas para trabajar con la Armada de Argentina.

 

Dicho punto marcado por los perros permitió al día siguiente al grupo de Canadá hallar el cuerpo de una mujer.

 

Daniel Chuburu, embajador de Argentina en México, dijo que los brigadistas llegaron a México financiados por una empresa privada, Royal Canin, y trabajaron con un grupo de la UNAM.

 

Señaló que hoy llega a nuestro país un cargamento de Buenos Aires con frazadas y otros apoyos para los afectados por el temblor del 19 de septiembre pasado.

 

*edición impresa 24 Horas

 

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