Foto: Reuters  

Sharapova había sufrido en sus primeros encuentros en el último Grand Slam del año, pero ayer no encontró la forma de resolverlo y la letona Anastasija Sebastova la despachó en tres sets. La rusa cometió 51 errores no forzados, además de verse superada en casi todas las ocasiones que se subió a la red.

 

A Sebastova le bastaron dos horas y 16 minutos para ganarse el derecho de enfrentar a Sloane Stephens, estadounidense que derrotó a la germana Julia Georges en tres parciales.

 

La presentación de ambas tenistas fue espectacular y Masha salió confiada en que saldría con una victoria más en Flushing Meadows, incluso se quedó con el primer set y desde el fondo de la cancha, estaba jugando de manera impecable, hasta que empezó a cometer errores no forzados, lo cual fue aprovechado por la letona.

 

El poder de Sharapova, que jugó los dos partidos anteriores a tres sets, comenzó a perder fuerza con sus golpes y ahí surgió la consistencia de Sevastova que restó mejor y también mantuvo su saque que le permitieron empatar el marcador.

 

Todo estaba como al principio, pero con la diferencia de casi dos horas de acción en la pista central Arthur Ashe de Flushing Meadows, que comenzaron a pasarle factura a Sharapova que vio como Sevastova imponía ya todo el control con sus golpes y juego para caminar con facilidad al triunfo final.

 

“Conseguir el triunfo ante Sharapova es algo especial, pero hacerlo en el ambiente tan único que se da en la pista Arthur Ashe hace que sea todavía más divertido y grandioso”, declaró Sevastova al concluir el partido, cuando fue entrevistada a pie de pista.

 

Las estadísticas finales del partido no dejaron ninguna duda de la superioridad de Sevastova que lo concluyó con dos dobles faltas sin meter ningún saque directo, pero logró 21 golpes ganadores por sólo 14 errores no forzados.

 

Todo lo contrario de lo que sucedió con Sharapova que después de dos horas y 16 minutos de acción, metió cuatro saques directos, pero cometió también cinco dobles faltas.

 

caem