Un total de 81 fotografías, así como dibujos, caricaturas y notas periodísticas que dan cuenta del arte creativo de Leo Matiz, integran la exposición “Leo Matiz. El muralista de la lente”, que a partir del 14 de junio se presentará en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.

 

 

Bertha Cea Echenique, directora de ese espacio museístico, comentó que la muestra conmemora el Centenario del Natalicio del artista de la lente colombiano, cuya estancia en México tuvo una repercusión trascedente en el desarrollo posterior de la fotografía latinoamericana.

 

 

La exposición se exhibe en el marco de año Dual México-Colombia, y de los festejos de los 25 años del Mandato de San Ildefonso.

 

 

Aclaró que la selección de obras es la primera parte de un gran corpus que se exhibirá más adelante en el Museo del Palacio de Bellas Artes, dedicado tanto a las aportaciones de la fotografía de Matiz, como a la pintura mural mexicana, ofreciendo una visión integral en la que se retratan las cualidades estéticas en la obra del colombiano.

 

 

Indicó que durante su presencia en México, Matiz (1917-1998) se integró a la comunidad artística, intelectual y social de ese tiempo; se le relacionó con Diego Rivera (1886-1957), David Alfaro Siqueiros (1896-1974) y José Clemente Orozco (1883-1949), al tiempo que retrató a Frida Kahlo (1907-1954), Manuel Rodríguez Lozano (1891-1971) y Francisco Zúñiga (1912-1998).

 


También convivió con personalidades de la Época de Oro del cine mexicano, como María Félix (1914-2002), Dolores del Río (1904-1983), Cantinflas (1911-1993), Gloria Marín (1919-1983), Agustín Lara (1897-1970), Jorge Negrete (1911-1953) y Gabriel Figueroa (1907-1997), además de relacionarse con un selecto grupo de diplomáticos, escritores como Pablo Neruda (1904-1973) o artistas de la lente como Manuel Álvarez Bravo (1902-2002).

 

 

Par Eri Cámara, curador y museógrafo de San Ildefonso, Leo Matiz fue el muralista de la lente, el personaje que colaboró con los muralistas y aportó algo muy singular.

 


“Cuando un pintor pinta, utiliza los dos ojos, cuando el fotógrafo toma una imagen utiliza un ojo ciclope, de tal manera que con la aparición de la fotografía, el ojo ganó en percepción y los muralistas al entenderlo, al ver el cine y la foto, invitaron a Leo, sobre todo Siqueiros, para que colaborara con él en varios proyectos”, dijo.

 

 

Incluso, dio a conocer que entre ambos artistas tuvieron diferencias, cuando Siqueiros llevó a uno de sus murales la figura de un perro enojado fotografiado por Matiz y a quien no le dio crédito.

 

 

“Es entendible por qué se pelearon, cuando un pintor quiere pintar un perro enojado, no puede, necesita del fotógrafo que tome la instantánea del perro y entregue al pintor para que lo haga, es decir, el perro que ven en la obra de Siqueiros aullando, es autoría de Matiz, pero Siqueiros no le dio crédito”, señaló.

 

 

Para Miguel Ángel Góngora, curador y biógrafo de Leo Matiz, el fotógrafo colombiano plasmó en su obras el legado estético y la visión estilística de las producciones del cine mexicano, durante la llamada Época de oro; que fueron fuente de inspiración y enriquecieron el imaginario de la cultura popular, no sólo en México, sino en América Latina.

 

 

Fotografías con enfoques en contrapicada, perfiles y rostros vigorosos entre nubes, ojos escrutadores, así como gracia y equilibrio en las composiciones, fueron características integradas al mundo visual de Matiz, para consolidar su proyecto creativo y ampliar las posibilidades expresivas de su arte.

 

 

De acuerdo con el curador, la exposición que se presentará hasta el 17 de septiembre, es un homenaje a su maestría técnica, hacedor de imágenes que revelan aportaciones fundamentales al discurso estético de su tiempo.

 

 

Se dio a conocer que la segunda parte de la presente exposición, estará abierta en el Palacio de Bellas Artes, a partir del 8 de julio y hasta el 8 de octubre.

 

 

 

grg