WASHINGTON.  El exdirector del FBI James Comey testificará en una audiencia pública ante el Comité de Inteligencia del Senado de EU el 8 de junio, en relación a su despido y sus investigaciones sobre la presunta injerencia de Rusia en las presidenciales de 2016, anunciaron hoy fuentes legislativas.

 

El presidente de EU, Donald Trump, destituyó a Comey de manera fulminante el pasado 9 de mayo, algo que muchos vinculan con la investigación que el exjefe de la agencia lideraba sobre los nexos de Rusia con la campaña del magnate en detrimento de la aspirante demócrata Hillary Clinton.

 

Los líderes de esa comisión, el senador republicano Richard Burr y el demócrata Mark Warner, solicitaron primero a Comey que testificara en privado, pero este se negó a hacerlo al menos que fuera a puerta abierta.

 

La petición se produjo después de que el diario The New York Times revelara la existencia de un memorándum que muestra, por primera vez, esfuerzos “claros” de Trump para obstruir la investigación que el FBI abrió sobre los supuestos nexos entre su campaña presidencial y el Kremlin.

 

Según esas informaciones, Trump pidió en febrero pasado que el entonces director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, pusiera fin a una investigación sobre los nexos con Rusia del exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, quien tuvo que renunciar a su cargo por los probados lazos con el Kremlin.

 

Asimismo, los líderes del Comité de Inteligencia del Senado pidieron al FBI que entregue esos memorandos en los que Comey detalló las conversaciones que tuvo con la Casa Blanca y el Departamento de Justicia sobre las investigaciones del FBI en Rusia.

 

Por separado, cuatro miembros principales del Comité Judicial del Senado escribieron al FBI y a la Casa Blanca en busca de documentos que detallaran dichas comunicaciones entre ambos.

 

Desde esas revelaciones, a mediados del mes pasado, las tensiones sobre los posibles vínculos de Trump con Rusia se han ido incrementando, apuntando ahora a su yerno y asesor, Jared Kushner, quien habría intentado crear un canal secreto de comunicación con los rusos, según medios estadounidenses.

 

Asimismo, hoy se reveló que dos senadores demócratas pidieron en meses pasados a Comey que investigara al fiscal general, Jeff Sessions, en medio de las preocupaciones sobre su “falta de franqueza” con respecto a las conversaciones que mantuvo con el embajador de Rusia en EE.UU., Sergey Kislyak, cuando trabajaba para la campaña de Trump.

 

“Estamos preocupados por la falta de franqueza en el Comité por parte del fiscal general Sessions y su fracaso hasta ahora en aceptar la responsabilidad por un testimonio que podría interpretarse como perjurio”, escribieron los senadores Patrick Leahy y Al Franken.

 

Sessions no respondió de manera precisa en sus audiencias de confirmación para dirigir la Justicia estadounidense cuando fue preguntado sobre si había mantenido contactos con funcionarios rusos mientras colaboraba con el equipo electoral del magnate, algo que hizo bajo juramento.

 

Franken y Leahy, ambos miembros del Comité Judicial del Senado, enviaron cartas a Comey el 20 de marzo y el 28 de abril, y una más al director interino Andrew McCabe el 12 de mayo para abordar este asunto.

 

Ante esa situación, Sessions precisó sus declaraciones ante el Comité y se inhibió de las investigaciones sobre Rusia, delegando así en el vicefiscal general, Rod Rosenstein, quien nombró a Robert Mueller, exdirector del FBI, como fiscal especial para el caso tras una fuerte presión social y mediática.

 

JMS