Con el fin de hacer frente a los retos de control y mitigación de emisiones atmosféricas, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) presentó la Estrategia Nacional de Calidad del Aire.

 

 

El titular de la Semarnat, Rafael Pacchiano Alamán, detalló que dicha estrategia surge ante la necesidad de un plan que definiera acciones específicas para acceder a los niveles de salud que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

 

Fue elaborada a lo largo de 2016 y contó con la participación de dependencias como las secretarías de Gobernación, de Economía, de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Pemex y la CFE, así como instituciones académicas y organizaciones civiles.

 

 

Al respecto, la subsecretaria de Gestión para la Protección Ambiental, Martha Garcíarivas Palmeros, explicó que se aspira a alcanzar en el año 2030 los niveles de calidad del aire recomendado por la OMS y metas en materia de emisiones.

 

 

Al presentar los principales puntos de la estrategia, advirtió que lo anterior cobra importancia toda vez que hoy en día la contaminación afecta a todos los países del mundo generando más de seis millones de fallecimientos al año por la mala calidad del aire.

 

 

Recordó que en México al año se registran 21 mil muertes que se atribuyen a las malas condiciones del aire, cuyos costos ambientales ascienden a cerca de 3.2 por ciento del Producto Interno Bruto.

 

 

La estrategia, dijo, establece acciones para mitigar los contaminantes generados por las tres fuentes principales: la combustión de transporte, responsable del 39 por ciento del monóxido de carbono y 55 por ciento de los óxidos de nitrógeno.

 

 

Asimismo los procesos industriales, que genera 97 por ciento del dióxido de azufre; y las fuentes de área, responsables de 89 por ciento de los compuestos orgánicos volátiles y 73 por ciento de las emisiones de PM10 y PM2.5, por quemas agrícolas y uso de solventes.

 

 

Para ello, se establecen cinco ejes y 69 líneas de acción para mitigar emisiones, de manera que en los próximos años se generalicen las acciones a las principales ciudades del país en beneficio de la calidad del aire y de la salud de la población.

 

 

El primer eje es sobre gestión integral, mediante acciones de política y enfoque de sustentabilidad urbana; el segundo prevé el impulso de instituciones eficientes y orientadas a resultados para centrar a las instituciones bajo un marco normativo con metas establecidas.

 

 

Mientras que el tercer eje contempla a las empresas comprometidas con calidad del aire, con la finalidad cambio de procesos productivos para reducir contaminantes y fomentar la autorregulación.

 

 

El eje 4 plantea una política atmosférica científica en todo el territorio nacional derivado de un monitoreo atmosférico; y el 5, la participación de una sociedad responsable y participativa, mediante la sensibilización y la promoción de actividades concretas.