Compañías cementeras mexicanas y trabajadores mexicanos de la zona fronteriza podrían beneficiarse de la construcción del muro fronterizo decretado por el presidente de EU, Donald Trump.

 

Un análisis del diario británico The Guardian explica que construir un muro de más de 3 mil kilómetros de longitud a lo largo de una frontera accidentada como la de ambos países requerirá 5 años de trabajos y unos 40 mil trabajadores.

 

Los consultores de constucción Gleeds Worldwide estiman que el costo del muro podría ascender hasta 31,000 millones de dólares, mientras que Trump ha estimado que el costo sería de 10,000 millones.

 

Las principales dificultades son las de llevar los recursos materiales y humanos a las zonas remotas de la frontera, donde conseguir cementos y mano de obra harán más barato que se adquieran de México.

 

La mano de obra probablemente tendrá que ser mixta, con una gran cantidad de trabajadores de México, donde hay más ciudades cercanas a la frontera y donde los salarios son comparativamente menores que en EU.

 

La cementera mexicana Cemex es la mejor posicionada para vender los materiales, es propietaria de Grupo Cementos de Chihuahua (GCC) y sus acciones han aumentado 130% a la par de los planes de Trump.

 

dca