BRUSELAS. La Comisión Europea propuso nuevas medidas para frenar la llegada de inmigrantes a través de la ruta del Mediterráneo central, centradas especialmente en Libia, acciones que serán debatidas por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en la reunión que celebrarán en Malta el 3 de febrero.

 

 

La ruta central del Mediterráneo se ha convertido en la principal vía de entrada de los inmigrantes irregulares en la UE, con 180 mil llegadas a territorio europeo en 2016, en su mayoría a través de Italia. Cerca de 90 % de esos inmigrantes salieron desde Libia, donde la inestable situación política y económica favorece la actuación de las mafias de traficantes.

 

 

Para ampliar los programas de formación, la CE planteó en particular una dotación inmediata de un millón de euros suplementario al sistema de comunicación “Seahorse” para detectar la inmigración irregular y una subvención de 2.2 millones con cargo al programa regional de desarrollo y protección para el norte de África, así como la creación de un Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo.

 

 

También quiere cooperar con las autoridades libias para asegurar una mejora de las condiciones de los centros de inmigrantes y para ello propone aumentar la cooperación con la Organización Internacional para las Migraciones y con la Agencia de la ONU para los Refugiados (UNHCR). Otra de las ideas es movilizar 200 millones para proyectos en el norte de África este año, con prioridad a los que tengan que ver con la inmigración en Libia, que se financiarían con el Fondo Fiduciario de la UE.

 

 
En 2016

 
Murieron cerca de cuatro 500 personas por esta ruta y fueron detectadas 181 mil personas, 24 mil mujeres y 28 mil menores, de los cuales nueve de cada diez viajaban sin la tutela de un adulto. Se trata de un 18% más que en 2015 y 90% partieron de Libia.