El día de alternancia, Miguel Ángel Yunes Linares no cimbró a México, como anunció. Pero sí metió miedo.
Si en algo se distinguió el discurso que pronunció el nuevo gobernador de Veracruz en su toma de posesión fue precisamente en el tono. Un tono digno de las épocas del terror.

 

Denuncias a destinatarios con nombre y apellido, sí. Pero no solamente. Hubo otras, provocadoramente insinuadas –que bien podrían referirse a personajes de su tierra como de otros lares– que bien podrían tocar a funcionarios de altísimo nivel. Eso, al menos, dejó entrever.

 

El amago más importante y extraño fue a propósito del traslado “de miles de millones de pesos” que se hacían semanalmente en un helicóptero oficial que volaba hacia la Ciudad de México y aterrizaba en un edificio (que dijo ya tener ubicado) en la zona conurbada de la Ciudad de México.

 

Yunes no dio mayores detalles. Se los reservó, según explicó, porque irá más a fondo en la investigación.
Sin embargo, más parecía una estrategia similar a la que él mismo aplicó en semanas pasadas –dando a conocer datos aquí y allá de algunos de los fraudes cometidos por Javier Duarte– “para que supieran que yo sabía”, según él mismo reconoció en su discurso.

 

Y es que, como también denunció el panista (desde hace ocho años) frente al mismísimo Aurelio Nuño representando al Presidente de la República en la ceremonia, “trataron de impedir que tomara posesión”.

 

Yunes Linares no acusó a nadie directamente de tal intención, pero más de una decena de gobernadores –e incluso el secretario de Educación– aplaudieron una y otra vez cuantas denuncias lanzó este ex priista que logró la alternancia en tierras jarochas después de 86 años de haber sido gobernados por el PRI.

 

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NI PERDÓN, NI OLVIDO.- Cuando más dejó Yunes la víbora chillando –y no les extrañe que algunos fidelistas abandonen incluso el estado– fue al anunciar que presentaría una denuncia contra el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán –su acérrimo enemigo– “por ser parte del atraco que ha vivido este estado”.

 

Con decir que ahí mismo Miguel Ángel informó que ya había recuperado 60 hectáreas de reservas de Coatzacoalcos, cedidas por Fidel al suegro de Duarte. Calcúlenle nomás el tamaño del agravio y la venganza entre ellos.

 

Por si no bastara, presumió que había recuperado ya mil 250 millones de pesos en bienes y terrenos asegurados –incluido el rancho El Faunito, propiedad de Javier Duarte en Fortín de las Flores–, así como vehículos, aviones y un helicóptero que fueron encontrados durante los cateos que ha efectuado la Procuraduría General de la República, con la información que él les proporcionó.

 

Todo lo anterior, subrayó, sin haber tomado posesión. Aun así logró sentar frente a él –y obtener confesiones– a Juan José Janeiro y Moisés Manzur, prestanombres de Duarte, hoy prófugos de la justicia.

 

Imaginemos entonces lo que se viene ahora que Yunes Linares ya es gobernador constitucional.
Y si no, ahí van sus propias palabras: “No perdono. No olvido. No hay amnistía”.

 

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GEMAS. Quien sí cimbró al país fue el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, con el anuncio de su renuncia, a partir de julio del próximo año, para asumir la gerencia del Banco Internacional de Pagos.