Miguel Ángel Yunes Linares aseguró que “Veracruz no estará en remate”, y afirmó que una vez que tome posesión como gobernador electo, no venderá empresas del gobierno estatal para pagar la deuda del estado y mucho menos aumentará los impuestos locales para que la población termine pagando, como sucedió en Coahuila.

 

En entrevista con Denise Maerker, afirmó: “mi gobierno aportará un esfuerzo serio de austeridad y honestidad en el manejo de los recursos; junto con la Federación vamos a buscar soluciones”, afirmó.

 

El gobernador electo precisó que si Veracruz pide nueva deuda, que no sería lo deseable, por normatividad los recursos no pueden ir a pagar gasto corriente o deudas anteriores.

 

Yunes Linares aclaró que no pidió al gobierno federal un “rescate para Veracruz”, y que tras las reuniones con el presidente Enrique Peña Nieto y con el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, suscribieron el compromiso de analizar alternativas de apoyo al gobierno veracruzano para solventar la crisis financiera.