El viernes pasado se conoció la cifra de empleo en los Estados Unidos al mes de septiembre generándose 156 mil plazas, que a simple vista demuestran un dato por debajo de lo esperado por el mercado cercano a las 170 mil. Sin embargo, el número de agosto fue revisado al alza a una creación de 167 mil plazas mejorándola sobre el dato preliminar. Efectivamente son cifras que muestran una generación de empleos “moderados”.

 

Ahora, si hacemos nuestro análisis desde el punto de vista trimestral, estamos viendo que la creación de empleos en el tercer trimestre del año generó 192 mil plazas vs. 147 mil plazas generadas en el segundo trimestre del 2016. Esto significó un aumento de 31%.

 

Al mismo tiempo, si comparamos la creación de empleos trimestral vs. el tercer trimestre de 2015, el crecimiento es de 10% al generarse 147 mil plazas en aquel entonces. En ambos casos, mejora la tendencia apoyada por un crecimiento en el ingreso/hora a tasa anual de 2.6% y una mayor participación a 62.9% que llevó a una tasa de desempleo de 5.0% anual. Aunque aumentó esta última, se mantiene dentro de un rango de “pleno empleo”.

 

La Fed ha comentado sobre una recuperación de la economía en el segundo semestre del año respecto al primer semestre, que ya conocimos el crecimiento del orden de 1.0% anual. El estimado de crecimiento alcanzaría 1.85% en el año, con lo que el crecimiento en el segundo semestre deberá de ser superior a 2.0% anual.

 

Analizando los datos de septiembre en términos de los ISM de manufactura y de servicios, vimos una recuperación en su nivel de expansión, lo que podría apoyar mejores condiciones para la economía en el corto plazo y significaría que el empleo preservaría su crecimiento. Hoy, la creación promedio de los últimos 12 meses asciende a 204 mil plazas.

 

Por todo esto, es probable que los miembros de la Fed mantengan un “tono de confianza” para seguir con el escenario de alza en la tasa de interés analizando el indicador de empleo.

Ahora, el turno vendrá para los datos de inflación, tanto al productor para ver su condición de permanencia o salida en definitivo de los niveles de una “deflación” y en el caso de los precios al consumidor, en el que se evaluarán los precios en alimentos, que a nivel mundial vienen presionándose al alza, y los de energía, en donde los costos del petróleo se presionaron al alza durante septiembre y seguramente incidieron en un aumento en la gasolina.

 

Así consideramos que los precios al consumidor tenderán a buscar niveles hacia fin de año de 1.5% anual y listos para que en 2017 alcancen 2.0%, por lo que la Fed también mantendrá “los riesgos” hacia un posible “sobrecalentamiento” de la economía.

 

Esta semana, además del “momento” que viven las elecciones presidenciales en Estados Unidos, a casi cuatro semanas para la votación con el resultado del segundo debate, la economía americana seguirá dando seguimiento también a datos como las ventas al menudeo de septiembre y el dato preliminar del sentimiento de la Universidad de Michigan de octubre, en el que veremos si hay alineación al dato alcista del Conference Board, que manifestó una mayor confianza presente y futura en su última revisión.