PARÍS. Tres mujeres, presuntamente de confesión musulmana, fueron multadas por usar el bañador islámico, bautizado en Francia como “burkini”, en dos playas del puerto de Cannes, reportaron hoy medios locales.

 

De acuerdo con la web del diario regional Nice Matin, las mujeres recibieron una multa de 38 euros, alrededor de 43 dólares, por llevar puesto el bañador islámico que cubre la mayor parte del cuerpo femenino, incluida la cabeza, excepto la cara, las manos y los pies.

 

Las tres mujeres fueron las primeras a las que se les aplica una orden municipal del Ayuntamiento de Cannes, en el que gobierna la derecha conservadora, y que prohíbe el uso del denominado “burkini” en las playas del balneario sureño, conocido mundialmente por su festival internacional de cine.

 

La presidencia municipal de Cannes argumentó su ordenanza en que la prenda muestra “una pertenencia religiosa”, lo que vulnera los principios de laicidad que rigen en Francia, así como en motivos de higiene y para evitar eventuales disputas en un contexto de tensión en Francia por los recientes atentados yihadistas.

 

Según las fuentes, los controles se multiplican en las playas de Cannes en los últimos días por parte de agentes de la policía municipal, incluida en la célebre playa de la Croisette, en donde una mujer fue multada.

 

“Recibimos numerosos comentarios de satisfacción de parte de la gente” comentó el jefe de la policía municipal de Cannes, Yves Daros, quien dio cuenta que otras seis mujeres más fueron advertidas sin ser multadas.

 

Varias ciudades francesas más, la mayoría con presidentes municipales conservadores pero también una socialista, de la Francia continental y de la Isla de Córcega, anunciaron de su lado en los últimos días que se sumaron a la prohibición del uso de la prenda en sus municipios.

 

La legalidad de la medida fue recurrida por diversas asociaciones, entre ellas el colectivo contra Islamofobia en Francia (el CCIF, por sus siglas en francés).

 

Pero la ordenanza municipal fue validada el sábado pasado por una Corte administrativa francesa, en una sentencia que fue recurrida por una liga de derechos humanos gala.

 

El Consejo de Estado, máxima autoridad administrativa francesa, deberá pronunciarse en los próximos días sobre el recurso presentado contra la prohibición del uso de la prenda de baño.

 

La cuestión ha provocado una fuerte polémica este verano en Francia, en donde se canceló recientemente un evento masivo organizado en la ciudad de Marsella, en el que el bañador islámico iba a ser usado.

 

La ministra francesa de los Derechos de las Mujeres, Laurence Rossignol, eludió pronunciarse a favor o en contra del uso del burkini.

 

Sin embargo, en una declaración a la prensa, señaló que el bañador islámico da “una visión profundamente arcaica del lugar de la mujer en la sociedad” actual, y estimó que busca “disimular el cuerpo de la mujer para controlarla mejor”.

 

dec