MOSCÚ. Un helicóptero militar ruso Mi-18 fue derribado hoy en la noroeste provincia siria de Idlib con cinco tripulantes a bordo, cuando regresaba de una misión humanitaria en la asediada ciudad de Alepo, informó el gobierno de Moscú.

 

“El 1 de agosto, en la provincia de Idlib, fue derribado desde tierra un helicóptero ruso Mi-18 que regresaba a la base de Jmeymim… en la aeronave viajaban tres tripulantes y dos miembros del Centro Ruso de para la Reconciliación en Siria”, indicó el Ministerio de Defensa.

 

La aeronave fue derribada en la noroeste provincia Siria de Idlib cuando regresaba de una misión humanitaria en Alepo, donde el jueves pasado fueron abiertos varios corredores humanitarios para llevar ayuda a cientos de civiles atrapados.

 

El ministerio no dio detalles sobre cómo y quienes derribaron el helicóptero militar, sin embargo, rebeldes que luchan contra el régimen del presidente sirio, afirmaron ser los autores del ataque, aunque esta información no ha sido confirmada.

 

“Los cinco miembros de la tripulación a bordo del helicóptero de transporte de Rusia derribado en murieron heroicamente en un intento de minimizar las bajas civiles”, confirmó, por su parte, el portavoz del Kremlin Dmitry Peskov.

 

El declaraciones a la prensa, el vocero del presidente ruso Vladimir Putin, expresó profundas condolencias a los amigos y familiares de los militares fallecidos, según reporte del servicio de noticias ruso Sputnik.

 

Poco después del anuncio del derribó varias fotografías supuestamente del helicóptero derribado comenzaron a circular a través de las redes sociales, ellas un en la que se observa a hombres arrastrando los restos de uno de los fallecidos cerca de varios trozos de la nave.

 

El incidente fue el más mortífero ataque contra las fuerzas rusas en Siria desde que Moscú comenzó en septiembre pasado una intervención militar en apoyo a la lucha del presidente sirio Bashar al Assad contra rebeldes armados y yihadistas del Estado Islámico (EI).

 

El 8 de julio pasado, el grupo extremista derribó un helicóptero Mi-25 sirio, que era pilotado por dos oficiales de la Aviación rusa, mientras que en abril, un Mi-28N se estrelló cerca de la ciudad siria de Homs, provocando la muerte del piloto y su copiloto.

 

En noviembre, otro Mi-18 fue dañado y destruido por rebeldes después de un aterrizaje de emergencia durante una operación de rescate para salvar a un piloto de un bombardero derribado por Turquía en Siria, quien fue asesinado.

 

Con las cinco muerte de este lunes, se eleva a 18 el número total de bajas de la fuerzas rusas en su operativo en Siria.

 

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que monitorea el conflicto en Siria, informó que el helicóptero fue derribado en una zona a lo largo de la frontera administrativa entre la provincia de Idlib en el noroeste sirio y vecina de Alepo.

 

Idlib es sostenida casi en su totalidad por una poderosa coalición de grupos rebeldes de línea dura, incluyendo el extinto Frente Al Nusra, ahora conocido como Frente Fateh al-Sham, después de renunciar a su afiliación a la red Al Qaeda en Siria.

 

El conflicto sirio, que inició el 15 de marzo de 2011 con una protesta contra el régimen de al Assad y se convirtió en una guerra civil, ha dejado más de 280 mil muertos, más de dos millones de heridos, además cerca de 12 millones de desplazados internos y refugiados en otros países.  dmh