RÍO DE JANEIRO. Un gigantesco mural de tres mil metros cuadrados en el que destacan los rostros de representantes de etnias de los cinco continentes es el regalo del reconocido grafitero brasileño Eduardo Kobra a Río de Janeiro con motivo de los Juegos Olímpicos de agosto próximo.

 

Pese a los pocos patrocinios que recibió para el proyecto y a las restricciones de tiempo por el trabajo que desarrolla en el exterior, Kobra aceptó el desafío de pintar su mayor mural en Brasil con la intención de aprovechar la visibilidad de los Juegos Olímpicos para impulsar el mensaje de paz y de unión que viene promoviendo con diferentes obras en varios países.

 

“Este proyecto es un seguimiento de algunos murales que he hecho por todo el mundo y que he llamado “Mirando la Paz”. Son paneles que he hecho con algunas personalidades que son importantes en relación a la paz, como Malala, Martin Luther King y Nelson Mandela. Ya hice algunos en Europa y en Estados Unidos”, afirmó en entrevista a Efe el muralista de 39 años nacido en Sao Paulo.

 

El nuevo mural, bautizado como “Todos somos uno” y que ocupa la totalidad de la pared frontal de un estacionamiento abandonado en el puerto de Río de Janeiro a lo largo de una cuadra, retrata los rostros de cinco indígenas, uno por cada continente.

 

Comienza por uno de la etnia Mulsi de Etiopía (África), seguido por uno de la tribu Karen de Tailandia (Asia), uno de los Tapajós de Brasil (América), un cuarto de los Chukchis de Siberia (Europa) y el último de la etnia Hulis de Nueva Guinea (Oceanía).

 

“Es un mural para hablar sobre la unión de los pueblos. Habla justamente de la importancia de dejar de lado las diferencias religiosas y las diferencias políticas; de evitar los conflictos, y de realmente buscar la unión de los pueblos”, afirmó el grafitero nacido en Campo Limpo, una favela en los suburbios de Sao Paulo, y que se dedicó al arte como válvula para escapar de la violencia en las barriadas pobres de la mayor ciudad brasileña.

 

La obra al mismo tiempo emula los anillos olímpicos y su mensaje complementa el de los principios olímpicos.

 

El Boulevard Olímpico es uno de los principales legados de los Juegos Olímpicos. Se trata de un nuevo parque que se extiende por gran parte del área que ocupaban las bodegas y muelles del puerto de Río de Janeiro, que fue totalmente revitalizado siguiendo el modelo de Barcelona y Buenos Aires, y que ganó importantes museos, incluyendo uno diseñado por el arquitecto español Santiago Calatrava, un acuario y varios espacios culturales.

 

“Yo mismo escogí el muro. Me apasioné por el muro porque es un muro de 3.000 metros cuadrados en un área que estaba bastante degradada. La pared estaba bastante destruida y nosotros la restauramos y la pintamos de blanco. En su interior hay un estacionamiento que está desactivado”, explicó.

 

Kobra inició los trabajos a comienzos de julio con tres miembros del equipo con el que trabaja y su previsión es entregarlo el 2 de agosto, a tres días de la ceremonia inaugural de los Olímpicos.

 

Su mayor mural en Brasil es uno que pintó en la ciudad de Macaé en un espacio de 2.300 metros cuadrados y en el exterior es uno hecho este año uno en Chicago en un área de 1.500 metros.

 

Su próximo trabajo lo hará en Cincinnati, en donde pintará entre el 5 y el 18 de agosto un mural sobre el astronauta Neil Armstrong, que se sumará a los varios que ya tiene en Estados Unidos y en una quincena de países como Polonia, Rusia, Italia, Suecia, México, Japón, Emiratos Árabes, Tahití.