No conozco a José Luis Higuera. Lo que sé de él es a través de las noticias que se generan por Chivas, las entrevistas que ofrece y las redes sociales.

 

Desconozco su perfil empresarial, pero seguramente será de lo más alto, ya que ostentar un puesto como el suyo requiere de muchas habilidades.

 

Llegó hace poco al futbol, y nada de malo tiene el ingreso de gente relativamente nueva en este negocio; todo lo contrario, lo que más requiere este medio es de ideas nuevas con visiones refrescantes que ofrezcan más alternativas de las que ya existen.

 

Una de ellas es, sin duda, la apuesta de Chivas TV, un proyecto ambicioso con alto grado de riesgo que seguramente estudiaron a profundidad, y sólo el tiempo dirá si fue o no una buena opción.

 

Algo diferente, como lo es prácticamente todo en el Guadalajara desde la llegada de Jorge Vergara, con buenas, malas, muy buenas y muy malas, pero con métodos distintos a los convencionales. Y vuelvo a lo mismo, es bienvenida la diversidad de opciones, así como deberían ser igualmente bienvenidas las críticas, situación en donde el grado de paciencia y tolerancia ha disminuido dramáticamente, si no es que se ha agotado.

 

José Luis Higuera responde irritado cuando se critica la nueva plataforma para ver a Chivas; lo he escuchado y leído con medios mexicanos y estadunidenses.

 

Lo más reciente se presentó en FOX Sports con Daniel Brailovsky, quien le ofreció su punto de vista estableciendo que la afición rojiblanca tendría menos oportunidades para ver a su equipo, lo cual es una realidad. A esto, el CEO de Omnilife respondió inmediatamente que debería ser político del PRI, y después mezcló la religión judía con los conceptos del Ruso al establecer que como él era judío, debía entender las razones comerciales del movimiento: “Tú eres judío, traes esencia comerciante”, le dijo. Posteriormente se disculpó si alguien se había sentido ofendido, y expuso que tenía muchos amigos de esta religión de los cuales había aprendido mucho.

 

Pero no es la religión lo que provocan estas líneas, más allá de que se equivoca al generalizar y al mezclar una creencia religiosa con un oficio, trabajo o profesión, sino la nula tolerancia mostrada cada vez que se habla de ese tema, y podemos entender que se expresó mal y nada más, que no había mala fe ni mucho menos, y en ese sentido todos hemos dicho algo de manera equivocada, lo que no cuadra es la postura asumida cuando se le cuestiona el proyecto.

 

Estar al frente de un equipo de futbol implica muchas cosas, entre ellas entender que se representa a mucha gente, a millones en este caso. Y en esa cantidad de cabezas hay diferentes maneras de procesar esta mudanza tecnológica del Guadalajara. Cada quien tendrá una opinión diferente, misma que debe ser respetada, puede no ser compartida, pero al menos respetada.

 

Guadalajara es un equipo acostumbrado a salirse de los guiones originales, a ver fuera de la caja, dirían de este lado, y se agradece, pero igualmente se agradece y se requiere una mayor cuota de paciencia y tolerancia ante las voces relacionadas a esto.