ORLANDO. Las autoridades estadunidenses devolvieron este miércoles la custodia del bar gay donde fueron masacradas 49 personas en Orlando a su dueña, Barbara Poma, después de 31 días de investigaciones en la escena del crimen.

 

Poma dijo que se trata de un “día agridulce” para ella y que ahora analizará cuál es el siguiente paso a seguir para Pulse, un bar que creó en 2004 en honor a su hermano John, quien murió a causa del Síndrome de Inmunodeficiencia Humana (SIDA).

Pulse_memorial

“Ninguno de nosotros jamás entenderemos por qué este evento indescriptible pasó en Pulse, que siempre estaba destinado a ser un lugar seguro para la comunidad LGBT”, expresó Poma.

 

El bar fue escenario el pasado 12 de junio de la peor matanza con arma de fuego en Estados Unidos cuando Omar Mateen, un estadounidense de 29 años de origen afgano, dio muerte a 49 personas, en su mayoría de origen hispano, durante una fiesta latina.

 

 

Aunque Pulse ya no está bajo custodia del Departamento de Policía de Florida ni del Departamento de Policía de Orlando, la investigación federal continua.

 

A más de un mes de la masacre, dos de una cincuentena de heridos permanecen hospitalizados, uno de ellos en estado crítico, según informó el grupo Orlando Health, que administra el Centro Médico Regional de Orlando, al que fueron llevados 44 de los heridos.

 

Las autoridades estadounidenses aún investigan los motivos que llevaron a Mateen, un guardia de seguridad, a matar a 49 personas durante la Noche Latina que celebraba esa noche la discoteca Pulse y a la que entró armado con un fusil de asalto y una pistola automática.