Hace un año mi hijo y yo nos propusimos una meta: visitar todos los Museos de la CDMX.

 

No es tan sencillo, pues hay muchas cosas por hacer los fines de semana y, según cálculos oficiales, hay más de mil 200, pero procuramos visitar cuando menos uno o dos al mes.

 

Junto a este reto, Emiliano ha comenzado a coleccionar los boletos. El tema parecería aburrido, pero la verdad es muy enriquecedor y ameno.

 

Unas veces planeamos a qué museo iremos. Otras veces salimos a caminar y nos encontramos en el camino, o en la zona, un museo que visitar.

 

¿Por qué cuento esto? Porque a propósito del Día Internacional de los Museos, que es el 18 de mayo, y dado que estamos en la que, se dice, es la ciudad con más museos del mundo, me parece un reto interesante para realizarlo en familia.

 

No se tiene que acabar en un mes o dos, o en un año o dos. El tema es, simplemente, un día haber visitado los museos de la ciudad en que vivimos. Y si no les parece buena idea, pues que este texto sirva para que un día que no tengan nada qué hacer, consideren visitar uno.

 

En el recorrido hemos visitado desde el Museo de Antropología hasta el del Zapato. Nos hemos encontrado con fósiles, piezas arqueológicas, artísticas y una que otra curiosidad.

 

Y poco a poco hemos ido entendiendo algunos momentos de la historia de la ciudad, del país e, incluso, del mundo. La misma ciudad es un museo, especialmente la zona centro, en donde uno se puede encontrar distintos sitios de interés.

 

El calendario azteca

 

La primera vez que vi la piedra del sol era muy niño y no tengo muy claro ese recuerdo. La había visto una y otra vez en libros, y monografías (cuando nos pedían monografías en la escuela), murales y hasta en monedas.

 

Así que de tanto verla por todos lados, me familiaricé a tal grado que había perdido la dimensión. Un día que caminábamos por la zona de Chapultepec propuse a mi familia acudir al Museo Nacional de Antropología e Historia. Tantas veces habíamos pasado enfrente y observado a Tlaloc en la entrada.

 

Ya adentro, después de un recorrido interesante, nos encontramos con las áreas de piezas arqueológicas. Al entrar, el calendario azteca volvió a asombrarme, incluso, más que la primera vez. Así fue como surgió la idea de visitar todos los museos. Me di cuenta de lo que nos estábamos perdiendo viviendo en esta ciudad. Y así iniciamos el recorrido por los clásicos.

 

Siguió el Castillo de Chapultepec, luego, un día, el del Juguete, otro día el de El Zapato… el del Templo Mayor, el Museo del Palacio Nacional, el de las Intervenciones, el Museo Nacional de las Culturas, el Interactivo de Economía, el Museo de la Caricatura, el Museo Archivo de la Fotografía ( en la Casa de las Ajaracas), el de Bellas Artes, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo, Universum, El Papalote, el de Geología de la UNAM, el de Cartografía… Y a’i la llevamos. Como podrán imaginarse, hay otras actividades qué hacer y otros lugares a dónde ir. Pero seguimos con el reto. Y esperamos algún día visitar todos, o cuando menos la mayoría.