ALBERTA. Por tierra y aire las autoridades canadienses siguen reubicando a los más de 90 mil residentes de Fort McMurray, provincia canadiense de Alberta, devastada por un incendio forestal de enormes proporciones.

 

El incendio se ha propagado y alcanza un área de 101 mil hectáreas, aproximadamente el tamaño de la ciudad de Calgary, según estiman los especialistas.

 

A medida que el incontrolable fuego avanza hacia el sur, los elementos de rescate han tenido que evacuar los primeros albergues y transportar a las familias en convoy o con helicópteros.

 

El incendio forestal ha provocado el cierre de diversas plantas eléctricas, de gasoductos y proyectos petroleros.

 

Alberta es la provincia canadiense que alberga el mayor número de empresas petroleras del país.

 

La gobernadora de Alberta, Rachey Notley, reconoció que este incendio forestal es uno de los más grandes de la historia de la provincia.

 

Analistas financieros estiman que los daños asegurados podrían alcanzar los nueve mil millones de dólares.

 

Los daños ocasionados por el devastador fuego, que ha destruido mil 600 casas y edificios, hacen prever que la reconstrucción de Fort McMurray llevará varios meses.

 

Entre los afectados se encuentran familias de refugiados sirios que fueron recibidos en Canadá hace apenas tres meses y ubicados en esta localidad al noreste de Alberta.

 

El primer ministro Justin Trudeau exhortó a los canadienses a brindar cualquier tipo de ayuda, en especie o mediante donativos, para los afectados por estos incendios y prometió que su gobierno redoblará la cifra de donaciones hechas a la Cruz Roja de Canadá para esta causa.

 

“El gobierno dará un monto similar a lo recaudado por la Cruz Roja entre el 3 y el 31 de mayo”, dijo el primer ministro, quien aplaudió la decisión del también gobierno liberal de Alberta de igualar las donaciones.

 

El gobierno de Calgary abrió este viernes un segundo albergue para recibir a parte de los desplazados reubicados, mientras que el equipo de emergencias continúa trabajando para tratar de detener el avance hacia el sur de este fenómeno natural, alentado por las condiciones secas y falta de lluvia. (Con información de Notimex)

 

 

Confirman las dos primeras muertes

 

Las autoridades canadienses confirmaron hoy las dos primeras muertes relacionadas con el masivo incendio.

 

Los dos fallecidos, Emily Ryan, de 15 años, y Aaron Hodgson, cuya edad no se ha divulgado, murieron el miércoles cuando el vehículo en el que escapaban de la localidad de Fort McMurray se estrelló contra un camión de transporte.

 

Se da la circunstancia de que el padre de Ryan, Carnley Ryan, es uno de los bomberos que está combatiendo el incendio que ha forzado la evacuación de los alrededor 70 mil habitantes de Fort McMurray y otras 20 mil personas de otras comunidades del noreste de la provincia de Alberta. (Con información de EFE)