Aunque desde mayo del año pasado el gobierno federal modificó el traslado de gasolina a través de pipas ante la alta incidencia del robo de combustible en tomas clandestinas, las estadísticas de Petróleos Mexicanos indican que se sigue transportando por ductos y el robo de las pipas no registró disminución alguna, por el contrario analistas prevén que pudiera desbordarse en Tabasco y Veracruz.

 

De acuerdo con los reportes de la paraestatal de enero a diciembre de 2015 se registraron 140 robos de pipas, tanto de gasolina como de gas LP, y aunque resulta un delito riesgoso ante la probabilidad de ser detenidos al emboscar a los operadores, o que las unidades se vuelquen, son bandas criminales, en muchos casos apoyados por la misma población, los que han optado por esa modalidad de hurto de hidrocarburos.

 

“Se cambió por pipas. Las pipas llegan y cargan las gasolinas sin refinar, les quitan aditivos para que no fueran atractivas para los criminales, las pipas se llevan las gasolinas sin refinar completamente hasta las terminales de abastecimiento y reparto donde se completa el proceso de refinación, y de ahí se vuelven a cargar para llevarlas a las estaciones de servicio, a las gasolineras, y es ahí donde los criminales aprovechan para interceptarlas y robarlas”, advirtió Rubén Salazar, director general de la consultora Etellekt.

 

En exclusiva para 24 HORAS, el consultor adelantó que dicha incidencia forma de su reporte anual de “Situación actual y perspectivas sobre el robo de hidrocarburos en México 2016”, pues aunque actualmente la perforación de ductos, y la modalidad de tomas clandestinas sigue estando en la preferencia de los grupos criminales, hay otros modus operandi que pudieran proliferar.

 

El decreto “no ayudo a disminuir,  en el caso del robo de pipas participan bandas de menor tamaño, y las organizaciones más grandes están metidas en los ductos, y en las pipas son gente que comúnmente se han dedicado a delitos del fuero común aunque les resulta menos cuantioso porque de una pipa pueden conseguir a lo mucho 20 mil litros, lo contrario a los muchos litros más que pudiera tener de los ductos. En Tabasco y Veracruz la gente se suma a estas bandas y se está desbordando”, refirió.

 

“Ya no necesitan perforar los ductos, ya sólo ponen sus retenes, barricadas y se roban el combustible con todo y pipa, ya una vez que fue totalmente refinada, y cuenta con los aditivos que la hacen funcional Incluso hay casos como el de Puebla donde los delincuentes se roban pipas de agua, las vacían y luego las llenan con el combustible que roban, es algo increíble que está pasando cada vez más”.

 

Con base en las solicitudes de información enviadas a Pemex, la consultora especializada en proyectos de seguridad y análisis de riesgo, entre otros, comprobaron que de las alrededor de 6 mil 800 denuncias que se hicieron por robo de combustible a nivel nacional, poco más de 5 mil 600 de debieron a la modalidad de tomas clandestinas, y el resto de derivaron de otras modalidades como el robo de pipas, o los asaltos directos a las terminales de almacenamiento y reparto, e incluso la transportación a bordo de embarcaciones.

 

“Aún con los cambios en el código penal, y la ley para prevenir y sancionar el robo de combustible que recientemente se aprobó, con el aumento a 25 años de cárcel, y multas que van incluso hasta el millón de pesos, no se va a parar esta incidencia. El cálculo que tenemos es que hay alrededor de un millón de personas que se dedican a esto. Por eso se debe atender con ejes de transversalidad más amplios, mejorar las oportunidades y condiciones económicas en las comunidades que se dedican a eso, porque así como las organizaciones contratan sicarios y gente para todo , así lo están haciendo para esto”, reveló el experto en seguridad.