LONDRES. Tras la peor semana de su vida política, El primer ministro británico, David Cameron, salió al paso en el Parlamento de las acusaciones de haberse beneficiado de un fondo offshore de su padre con una nueva batería de medidas contra la evasión fiscal.

 

En su primera comparecencia ante la Cámara de los Comunes tras desvelarse que ganó 19 mil (con acciones de Blairmore Holdings, operado desde las Bahamas, Cameron negó cualquier práctica ilegal y subrayó que ningún gobierno ha tomado acciones más “robustas” que el suyo contra la evasión.

 

Anunció que elaborará una nueva ley para perseguir a bufetes y bancos que ayuden a sus clientes a cometer fraude fiscal y reveló además un acuerdo con prácticamente todas las dependencias de la Corona británica para compartir información fiscal con Londres, incluidas las islas Vírgenes, las islas Caimán y la isla de Man.

 

Cameron divulgó el domingo un resumen de sus declaraciones de impuestos de los últimos seis años, un ejemplo que siguieron hoy su ministro de Economía, George Osborne, y el líder de la oposición, Jeremy Corbyn.

 

El dirigente laborista, que acusó a Cameron de haber ofrecido en el Parlamento una “clase magistral en el arte de la distracción”, declaró que en el ejercicio 2014-2015 pagó 18 mil 912 libras en impuestos, mientras que Osborne pagó en ese mismo periodo 72 mil 210 libras.

 

Además de sus vínculos con la sociedad offshore, Cameron ha revelado en los últimos días que recibió dos pagos de su madre por un valor total de 200 mil libras un año después de haber heredado 300 mil libras de su padre fallecido en 2010.

 

Desde la oposición le han acusado de haber utilizado ese mecanismo para evitar pagar el impuesto de sucesiones, que se cobraba en el Reino Unido en 2011 por cualquier herencia superior a 325 mil libras.

 

Sobre ese asunto, Cameron dijo que las donaciones entre padres e hijos están “totalmente reconocidas” en el sistema fiscal.