BOGOTÁ. El presidente colombiano, Juan Manuel Santos anunció que se iniciaran conversaciones con el segundo grupo guerrillero de esa nación (ELN), una vez que se resuelvan “temas humanitarios”, entre ellos el fin del secuestro.

 

“Para el gobierno no es aceptable avanzar en una conversación de paz con el ELN mientras mantenga personas secuestradas”, manifestó el jefe de Estado en una declaración que dio en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo.

 

Representantes del gobierno y de esa guerrilla anunciaron en Caracas el inicio de una fase pública de negociación de paz, que tendrá como sede Ecuador y sesiones en ese país así como en Venezuela, Chile, Brasil y Cuba, que junto con Noruega serán los garantes del proceso, pero no fijaron una fecha para el comienzo de los diálogos.

 

Al respecto, Santos afirmó que con la definición de la agenda de negociación, que consta de seis puntos, “abre el inicio de la fase pública de conversaciones, la cual comenzará en Ecuador tan pronto queden resueltos unos temas humanitarios, incluido el secuestro”.

 

Desde 2012, cuando el gobierno inició un proceso de paz en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al cual invitó al ELN a sumarse, Santos ha condicionado al fin de los secuestros un diálogo con esta última guerrilla, de inspiración marxista-leninista y creada hace 51 años.

 

Este mes el ELN liberó a un militar y un funcionario público que mantenía secuestrados en diferentes regiones del país, pero se desconoce si tienen a más personas cautivas, aunque algunas familias han denunciado que seres queridos están en poder del grupo armado.

 

En su alocución, el mandatario subrayó que lo que se busca con esta negociación de paz es “que el ELN haga el tránsito a la legalidad y se transforme en una organización que haga política sin armas”.

 

El presidente aclaró que la negociación con el ELN tendrá “una naturaleza muy distinta” al proceso con las FARC en La Habana, que comenzó hace exactos 40 meses, porque “son organizaciones muy diferentes, y porque estamos en un momento con otras características”.

 

“Desde el principio hemos dejado en claro al ELN, tal como lo hicimos con las FARC, que la agenda para acabar la guerra no incluye la negociación de nuestro sistema económico o político, ni del régimen de propiedad privada. Ni mucho menos temas relacionados con la doctrina militar o nuestra fuerza pública”, advirtió.

 

Según el mandatario, en esta nueva negociación, también al igual que con las FARC, “las víctimas estarán en el centro de la solución del conflicto”.

 

Explicó que el motivo es que “los procesos con las FARC y el ELN son distintos pero el fin del conflicto es solo uno”. En lo que tiene que ver con la dejación de armas, manifestó que con el ELN habrá que acordar “un cronograma preciso” que contenga “garantías de transparencia para la sociedad colombiana”.