Organizaciones de la sociedad civil urgieron a la Secretaría de Medio Ambiente a publicar la Norma Oficial Mexicana 044, relativa al límite permitido de emisiones de los vehículos pesados que usan diésel, pues son éstos contribuyen en buena medida a los problemas de contaminación ambiental, como los que padeció la Ciudad de México hace un par de semanas.

 

Kate Blumberg, Senior Fellow del Consejo Internacional sobre Transporte Limpio, dijo que en México hay un retraso tecnológico en cuanto a los sistemas de emisiones en los vehículos de carga y transporte público en comparación con otras regiones como Estados Unidos y Europa.

 

Blumberg explicó que en países del primer mundo usan las tecnologías actuales Euro VI y US 2010 que emiten hasta 95% menos gases contaminantes, la cual es fabricada en nuestro país, pero no se comercializa por su costo.

 

“Hacer el salto tecnológico a EURO VI en México tendría un costo de cinco mil 466 dólares. Sin embargo, la tecnología moderna permite amortiguar este costo en un periodo corto, derivado de los ahorros en combustible que van de los 12 mil a los 26 mil dólares”, aseguró la integrante del Consejo Internacional sobre Transporte Limpio.

 

Por su parte, Gisselle García Maning, analista de política pública del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), comentó que este cambio de tecnologías debe de impulsarse desde la autoridad como una medida preventiva ante las contingencias ambientales.

 

“Las contingencias ambientales en Ciudad de México se deben, entre otras causas, al rezago de las normas de salud que están por debajo de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Igualmente, esto también ha venido sucediendo debido a la omisión del gobierno federal de homologar las normas con los estándares de Estados Unidos y Europa, de forma que la tecnología más moderna pueda estar disponible en el mercado mexicano”, dijo.

 

García Maning añadió que la contingencia que acabamos de sufrir en la Ciudad de México pone de manifiesto la urgencia de tener una mejor regulación que asegure la buena calidad del aire.