TEGUCIGALPA.  La presión internacional sobre Honduras para que sea esclarecido cuanto antes el asesinato de la defensora de derechos humanos y ambientalista Berta Cáceres, va en aumento, mientras las autoridades del país siguen investigando el caso, según fuentes oficiales de Tegucigalpa.

 

Las exigencias de grupos ambientalistas nacionales y extranjeros, familiares de Berta Cáceres y del Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas en Honduras (Copinh), del que ella era su coordinadora general, están centradas en que haya transparencia en la investigación, aunque no confían en las autoridades del país.

 

Exigen pronta salida de Gustavo Castro

 

También exigen la pronta salida de Honduras del ambientalista mexicano Gustavo Castro, único testigo del asesinato de Berta Cáceres, quien era miembro de la etnia lenca que habita en el occidente del país.

 

Gustavo Castro era huésped de Cáceres el día del crimen en la ciudad de La Esperanza, en el occidente de Honduras.

 

Por decisión de las autoridades de Tegucigalpa, que consideran que Castro puede contribuir al esclarecimiento del crimen, el ambientalista mexicano no puede salir de Honduras, donde tiene protección de la Embajada de México.

 

El Copinh y la familia de Cáceres también exigen que sea una misión internacional de expertos la que investigue el asesinato de de la defensora de derechos humanos, porque no creen ni en los agentes del FBI de Estados Unidos que estarían participando en la investigación en apoyo a los cuerpos de Honduras.

 

La misión internacional de investigación estaría vinculada a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

 

La situación es compleja, considerando que han pasado 16 días desde el asesinato de Cáceres, y la escena del crimen fue alterada, según declaraciones de Gustavo Castro.

 

Otra petición al gobierno de Honduras es que cancele la concesión otorgada a una empresa extranjera para la construcción de un proyecto hidroeléctrico, al que Cáceres se oponía porque consideraba que causaría daños a ríos del occidente del país.

 

Además, acusan al gobierno de Honduras de no brindarle seguridad a Cáceres, pese a que tenía medidas cautelares de la CIDH y que ella denunció varias veces que estaba siendo amenazada de muerte, lo mismo que su familia.

 

Las exigencias para que el asesinato de Cáceres sea esclarecido lo antes posible han llegado de Latinoamérica, Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia, a nivel de gobierno, organismos de derechos humanos y grupos ambientalistas, entre otros.

 

Holanda y Finlandia han respondido cortando algunas de la ayudas que han venido prestando a Honduras, hasta que se esclarezca el caso del asesinato de Berta Cáceres.

 

En esa misma línea podría responder la Unión Europea (UE), según lo expresado por el eurodiputado español Miguel Urbán, quien hoy ha concluido una visita a Tegucigalpa como parte de la Misión Internacional Justicia para Berta Cáceres, surgida en solidaridad con la líder indígena lenca.

 

Esa misión llegó el miércoles a Tegucigalpa y está por concluir una visita al país para exigir el esclarecimiento del crimen y que se autorice el pronto regreso a México de Gustavo Castro.

 

El eurodiputado Urbán (Podemos) dijo en Tegucigalpa que exigirá en su país y el Parlamento Europeo que se revisen los acuerdos de cooperación con Honduras si no se esclarece el asesinato de Cáceres.

 

El político recordó en una rueda de prensa que hay diferentes acuerdos comerciales tanto a nivel del Estado español como a nivel de la Unión Europea que “tienen cláusulas de respeto obligatorio a los derechos humanos”, de las que recalcó que “no se están cumpliendo”.

 

En el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica, lo mismo que las agencias de cooperación de los países, “hay cláusulas explícitas de respeto a los derechos humanos” que también tienen que ver con los fondos de cooperación, los que podrían ser condicionados a Honduras, añadió Urbán.

 

Enfatizó que el gobierno hondureño es “un receptor principal de ayudas al desarrollo que son muy importantes ahora mismo”.

 

Cáceres fue asesinada pese a tener medidas cautelares de la CIDH y a que en múltiples ocasiones denunció que recibía amenazas de muerte.

 

¿Quiénes asesinaron a Berta Cáceres? es la pregunta que sigue esperando respuesta entre los hondureños y la comunidad internacional.