TEGUCIGALPA. La defensa del mexicano Gustavo Castro, único testigo del asesinato de la defensora hondureña de derechos humanos y ambientalista Berta Cáceres, presentó un recurso de amparo y otro de hábeas corpus, pero todavía no ha recibido respuesta de la justicia de Honduras, informó hoy.

 

El anuncio fue hecho por el mexicano Gustavo Lozano, miembro de la Misión Internacional Justicia para Berta Cáceres, que ha viajado a Honduras para exigir el esclarecimiento del crimen y que se autorice el pronto regreso a México de Castro, víctima del hecho violento ocurrido el pasado día 3.

 

Agregó que en la reunión que miembros de la Misión Internacional celebraron hoy con dos fiscales de Tegucigalpa, no recibieron respuesta a ninguna de las preguntas que hicieron relacionadas con el caso de Gustavo Castro y el asesinato de Berta Cáceres.

 

Según señaló Lozano, lo que escucharon de las fiscales fueron frases como “ya responderemos”, “déjennos hacer nuestro trabajo”, “estamos trabajando”, “estamos en ello”.

 

No tuvimos ninguna respuesta puntual a ninguna pregunta desde el punto de vista político y jurídico”, acotó.

 

En una carta que el ambientalista mexicano dirigió hoy a los hondureños, y que fue leída por Lozano, indicó que ha “apoyado todas las diligencias que me han pedido las autoridades a la hora que me lo han solicitado, más de diez, y lo seguiré haciendo para que se haga justicia”.

 

“Aunque siempre las autoridades me dijeron en múltiples ocasiones que me podía ir, incluso dispusieron de un helicóptero para salir de La Esperanza a Tegucigalpa, a última hora me solicitaban que me quedara para nuevas diligencias, lo que siempre he aceptado”, añade la misiva.

 

Por el momento ya hice todo lo que está en mis posibilidades. Tengo vida, tengo familia. Desde México nunca dejaré de apoyar y siempre estaré dispuesto a ayudarlos para encontrar la verdad”, señala Castro en su carta.

 

Dijo además que desde México seguirá asumiendo la “responsabilidad histórica” que tiene “con el pueblo hondureño, con Berta y su familia y con el Copinh” (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras), organización cofundada por Cáceres.

 

“En mi cuerpo llevo tatuadas las heridas para toda la vida que nunca me dejarán olvidar este compromiso”, subrayó Castro, quien sufrió dos heridas leves.

 

La Misión Internacional en apoyo a la familia de Berta Cáceres y el Copinh también lamentó hoy que el fiscal general del Estado, Oscar Chinchilla, no les haya recibido, pese a tener concertada una cita.

 

El eurodiputado español Miguel Urbán (Podemos), miembro de la misión, dijo a Efe que también han solicitado una reunión con el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, pero que hasta ahora no han recibido respuesta.

 

El grupo permanecerá hasta el sábado en Honduras y además de reunirse con altas autoridades de Tegucigalpa tiene previsto viajar a La Esperanza para reunirse con la familia de Berta Cáceres y la comunidad indígena lenca, a la que pertenecía la defensora de derechos humanos.