Cruz Azul podrá no ser una máquina de triunfos, pero a El Jefe Tomás Boy nadie le puede negar la transformación goleadora de un equipo chato frente al arco rival, en uno que visita la red rival prácticamente cada vez que se para en la cancha.

 

La última vez que un técnico los dirigió por más de 15 partidos consecutivos, los cementeros no anotaron un gol en cinco de siete juegos. Ahora, el equipo de Boy, en esos mismos 15 juegos, sólo ha dejado de anotar en un partido. No por nada La Máquina es hoy la delantera más contundente del Clausura 2016 (con 19 goles).

 

Los datos son contundentes. A este conjunto le hierve la pasión y cuesta sangre poder vencerlo. No es raro que La Máquina se vaya abajo en el marcador durante los partidos de Liga. Así le ha sucedido en este torneo, al menos, en cinco ocasiones, pero hay que reconocerle su capacidad de reacción, al menos para sacar el empate.

 

No por nada los cementeros son el segundo conjunto con más empates en el torneo: cinco, pero con la salvedad que, en el presente Clausura 2016, no se han ido sin anotar.

 

De hecho, Boy tiene al frente de La Máquina 15 duelos, seis del Apertura 2015, de los cuales ganó dos, empató tres y perdió sólo uno, con saldo de ocho goles a favor y seis en contra, pero sólo en uno de esos partidos (el de la fecha 17 ante Tigres, en el Volcán) Cruz Azul se fue en cero.

 

Su promedio de goleo está un tanto por encima de los dos goles por partido (19 goles en nueve juegos).

 

Es La Máquina goleadora de El Jefe Boy, la del goleador Jorge Benítez (seis goles), el renacido Christian Chaco Giménez (tres) y el recuperado Joao Rojas (dos), que con la ayuda del resto de sus compañeros, tienen a los cementeros en plan demoledor contra las defensivas contrarias.

 

Boy insiste

 

Tomás Boy, técnico del Cruz Azul, insistió en que la ceremonia que realiza Pumas antes de los partidos tiene tintes fascistas por el saludo que hacen y que es similar al que se hacía en Italia en los años 30 y 40. Pero aclaró que en ningún momento se refirió a la UNAM como fascista, sino sólo al saludo y la ceremonia que instituyó Hugo Sánchez en 2000, cuando se estrenó como técnico y copió una ceremonia de los equipos de futbol americano de la institución y la que se realiza en el Real Madrid.