Desde que fue tomado por organizaciones y colectivos políticos hace ya casi 17 años, el auditorio Justo Sierra no ha recibido ningún tipo de mantenimiento correctivo ni preventivo; ayer, en su visita al Senado, el rector  Enrique Graue recibió el apoyo del presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Emilio Gamboa Patrón quien le ofreció la ayuda del Senado para resolver el problema que ha existido en la UNAM por tantos años.

 

Fuentes de Rectoría confirmaron el jueves que el auditorio principal de la Facultad de Filosofía y Letras no ha recibido ningún tipo de mantenimiento desde noviembre de 2000, cuando reingresaron al espacio los grupos políticos surgidos a raíz de la huelga estudiantil.

 

La situación es tan grave que la administración universitaria ni siquiera tiene conocimiento del estado en el cual se encuentra el edificio “no porque no queramos”, recalcaron las fuentes consultadas, “sino porque no podemos entrar”.

 

El Manual de mantenimiento de la planta física de la UNAM, actualizado en febrero de 2015, señala que es prioridad y obligación de las entidades y dependencias dar mantenimiento preventivo a los inmuebles de la Universidad para evitar el deterioro, abatir los costos de conservación y reducir al mínimo el mantenimiento correctivo, el cual se define como restablecer las condiciones de operación después de una falla o deterioro grave.

 

El mantenimiento preventivo a los edificios incluye inspecciones periódicas (visuales, recorridos, verificación del estado de los sistemas eléctricos y las bombas de agua) para detectar y prever anomalías en las instalaciones; revisión y limpieza de las azoteas; y dictámenes sobre el estado en que se encuentra el impermeabilizado.

 

En los edificios y estructuras de concreto el manual establece que debe revisarse una vez al año la horizontalidad y verticalidad de sus componentes; además de monitorear permanentemente fisuras o grietas en columnas, trabes, muros losas y pisos.

 

“La estructura de todos los edificios deberá revisarse periódicamente, o bien inmediatamente después de un sismo (para) detectar si hay instalaciones físicas que representen un riesgo para la comunidad universitaria”, especifica el documento.

 

Igualmente, el manual indica que los muros y paredes de los inmuebles universitarios deberán mantenerse siempre libres de expresiones gráficas, “salvo los destinados para colocar señales, carteles y demás impresos de interés para la comunidad universitaria”.

 

Patrimonio Cultural

 

En 2007, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) nombró el campus central de Ciudad Universitaria Patrimonio de la Humanidad, por ser “ejemplar del modernismo del siglo XX (…) se integra de obras destacadas de urbanismo, arquitectura, ingeniería, paisajismo y bellas artes, es uno de los más importantes íconos arquitectónicos y urbanísticos del modernismo de toda América Latina.”

 

El auditorio Justo Sierra se encuentra en la zona declarada Patrimonio Cultural, la cual contempla el primer circuito universitario y sus más de 50 edificios y tiene como límite hacia el poniente el Estadio Olímpico, al sur los Frontones y la Zona Deportiva, al oriente la Facultad de Medicina y al norte los edificios de las Facultades de Filosofía y Letras, Derecho, Economía y Odontología.

 

La inscripción en esta lista no es solo para reconocer la importancia que tiene para la cultura universal el primer circuito de la UNAM, también representa una obligación y un compromiso para el Estado mexicano de “promover políticas públicas de conservación, de investigación, de preservación y difusión”, de acuerdo con el documento “El ABC del patrimonio cultural y turismo” de la Secretaría de Cultura del gobierno federal.

 

Fue semillero de la cultura

 

Antes de la toma de este espacio por grupos políticos después del paro de nueve meses del Consejo General de Huelga (CGH) y de convertirse en el espacio “autogestivo” operado por el colectivo Okupa Ché, el auditorio principal de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) era uno de los centros culturales más importantes de la Ciudad Universitaria.

 

El Justo Sierra –nombrado así en honor al exrector, fundador de la Institución– recibió al ex primer ministro francés Charles De Gaulle, al filósofo italiano Umberto Eco y a importantes figuras de la literatura latinoamericana: Julio Cortázar, Mario Benedetti y Pablo Neruda, por mencionar algunos de los personajes que acudieron a este lugar a disertar, presentar textos o simplemente visitarlo.

 

Considerado -en sus tiempos de esplendor- como una sala de conciertos más bella incluso que la Nezahualcóyotl, y donde se presentaba la Orquesta Filarmónica de la UNAM. Este es el auditorio más grande con el que cuenta la UNAM en sus instalaciones centrales.

 

Actualmente, la música culta y las presentaciones de artistas han sido desplazadas por una cafetería vegetariana, “encuentros de punks y anarquistas” y eventos musicales como el “Bailongo Sonidero” del pasado 11 de diciembre, por los cuales sus ocupantes cobran cuotas de recuperación de 10 a 40 pesos e incluso venden “comida y bebida”; también se dan talleres de manualidades y clases de bachata y salsa, todos con costo.

 

La Legislación Universitaria y el Código de Ética de la UNAM prohíben específicamente emplear, explotar o lucrar con los bienes que conforman el patrimonio de la UNAM, para beneficio personal al margen de las labores que se llevan a cabo en la institución.

 

La Ley Federal sobre monumentos y zonas arqueológicos, artísticos e históricos contempla penas de prisión de tres a diez años y una  hasta por el valor del daño causado al que “por cualquier medio dañe, altere o destruya un monumento arqueológico, artístico o histórico”.

Foto: Cuartoscuro | Archivo

 

“Cuenta con nosotros”

 

El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Emilio Gamboa Patrón, ofreció al Rector de la UNAM,  coadyuvar y ayudar, dentro de las posibilidades del Senado, para resolver el problema que representa la toma del auditorio Justo Sierra.

 

Al asistir a saludar al Rector que se encontraba en una reunión privada con el Grupo Parlamentario del PRD, el también coordinador de los senadores priistas, Gamboa Patrón, refirió a Enrique Graue: “está viviendo un problema, un problema que ha existido en la Universidad durante muchos años. En lo que pueda el Senado de la República coadyuvar y ayudarte, cuenta con nosotros”.

 

En entrevista con 24 HORAS, la senadora perredista dijo que el Rector manifestó el clamor de toda la Universidad, sobre la liberación del Auditorio Justo Sierra, tomado desde hace casi 17 años por grupos ajenos a la máxima casa de estudios y que forman un foco de alerta e inestabilidad que atenta contra la propia autonomía de la Universidad.

 

Durante un desayuno privado, que terminó con un ¡Goya!, los senadores del PRD, se comprometieron a insistir con la Cámara de Diputados para que le otorgue mayores recursos a la UNAM.

 

De esta manera, el PRD en el Senado reiteró su compromiso con las causas de la Universidad Nacional Autónoma de México y con la educación pública en el país.

 

El rector Graue Wiechers agradeció las muestras de apoyo del Grupo Parlamentario, al que, aseguró, se siente cercano, porque hay una identidad universitaria y coincidencias en las convicciones y en los pensamientos.

 

Ficha técnica

 

  • Arquitectos: Enrique de la Mora, Ernesto Landa, Manuel de la Colina

 

  • Aforo para 600 personas, 290 sentadas.

 

  • Cada pupitre da la posibilidad de escuchar conferencias en varios idiomas, mediante un sistemas de bocinas de traducción en cada asiento.

 

  • El auditorio se proyectó para usos como sala de conferencias, teatro experimental, proyecciones cinematográficas y exámenes profesionales.

 

Cronología

 

  • 22 de septiembre de 1962- El presidente Adolfo López Mateos devela la placa del auditorio con el nombre de “Justo Sierra”, en honor fundador de la Facultad de Filosofía en 1910 y uno de los fundadores de la Universidad Naciona. Se leyeron los discursos de Ignacio Chávez y de Agustín Yáñez. Es el más grande de CU.

 

  • 1968 – Los integrantes del movimiento estudiantil lo rebautizan y comienzan a llamarlo “Ché Guevara”; en él se llevan a cabo algunas de las asambleas de otros movimientos como el de 1971, 1987, y 1999. Entre sus visitantes: José Saramago, Pablo Neruda y Julio Cortázar. Mitos urbanos señalan que también llegó a él Ernesto Guevara.

 

  • 4 de noviembre de 2000 – Grupos que se dicen de extrema izquierda y anarquistas ocuparon las instalaciones, y desde entonces se las disputan.

 

  • 3 de junio de 2009 – Un joven de 32 años, a quien se le atribuyó ser narcomenudista y operar en el pasillo que conduce al auditorio, fue asesinado a balazos en el estacionamiento de la Facultad de Filosofía. La UNAM aseguró que no pertenecía a la comunidad universitaria.

 

  • 12 de marzo de 2014 – Tras el enfrentamiento de dos grupos políticos contrarios que se disputaban la ocupación del Auditorio, el entonces rector José Narro Robles admitió la incapacidad

 

  • 16 de noviembre de 2014 – En el estacionamiento de la Facultad, un agente de la Procuraduría General de Justicia del DF disparó al encontrarse a dos jóvenes que lo increparon por tomar fotografías del auditorio. El agente argumentó que investigaba el robo de un celular. Uno de los jóvenes, que sí era estudiante universitario, resultó herido.

 

  • 25 de febrero de 2016 – La Procuraduría General de la República  detuvo a un joven apodado “El Yorch” en supuesta posesión de cocaína, pastillas psicotrópicas y mariguana, quien posteriormente fue identificado como uno de los integrantes del Okupa Ché. La UNAM demandó la desocupación del auditorio y desconoció a sus ocupantes como integrantes de la comunidad.