PARÍS. Los precios del petróleo no se van a recuperar a corto plazo, y aunque la brecha entre oferta y demanda pueda equilibrarse en 2017, parece difícil que la subida del barril sea entonces pronunciada, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

 

En su informe sobre el mercado petrolero para los cinco próximos años publicado este lunes, la AIE justifica esta perspectiva de precios bajos por “abundancia de recursos” actuales, pero también por la “tremenda innovación técnica” que permite a las compañías del sector sacar crudo suplementario al mercado a un costo netamente inferior al de hace unos años.

 

Reconoce que en la última parte del periodo de su previsión (2016-2021) hay un “riesgo” de un tirón en la cotización del petróleo por efecto de una insuficiente inversión en la exploración y la producción (se espera que vuelva a caer 17 % en 2016 tras el 24 % constatado en 2015).

Pero la AIE también hace notar que debido a cambios tecnológicos y de organización, los costos de extracción se han reducido (casi 26 % en Estados Unidos en poco más de un año).

 

Sobre la demanda global, estima que va a incrementarse a un ritmo medio del 1.2% anual de aquí a 2021 (el listón simbólico de los 100 millones de barriles diarios se superará en 2019 ó 2020), que es medio punto porcentual inferior al 1.7% registrado entre 2009 y 2015.

 

La agencia, que reúne a los grandes consumidores de energía del mundo desarrollado, advierte de que no hay que esperar que un barril a 30 dólares siga estimulando esa progresión, como ocurrió en 2015.

 

El grueso del aumento del consumo vendrá de los países asiáticos que, si se excluyen Japón, mientras que la otra cara de la moneda son los países de la OCDE y en particular los europeos, con caídas del consumo en esos cinco años.

 

Por el lado de la oferta, Estados Unidos e Irán van a ser los países que más van a incrementar su producción, gracias en particular a la tecnología para explotar los yacimientos de esquisto.

 

En términos globales, el hundimiento del barril de crudo ha supuesto para los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) pasar de 1.2 billones de dólares de ingresos en 2012 a 500 mil millones en 2015, que se quedarán en unos 320 mil millones este ejercicio si el precio se mantiene a los niveles actuales.