PARÍS. El nuevo gobierno anunciado por el presidente francés, François Hollande, recupera al antiguo primer ministro Jean-Marc Ayrault y abre la puerta a destacados disidentes ecologistas, en una remodelación con la mirada puesta en las elecciones presidenciales de 2017.

 

Sin embargo, el Ejecutivo mantiene su perfil centrista y excluye a los representantes de la facción “rebelde” del Partido Socialista.

 

El baile ministerial fue bastante más allá de lo previsto: finalmente seis nuevas caras entran en el Ejecutivo y cuatro lo abandonan.
 Entre los debutantes destacan la hasta ahora secretaria nacional del partido Europa Ecología-Los Verdes (EELV), Emmanuelle Cosse, quien será ministra de Vivienda y que de forma inmediata renunció al liderazgo de su formación.

 

“Hoy termino mi mandato de secretaria nacional. He tomado esta decisión en conciencia, dentro de la continuidad de mi compromiso por la ecología y sin renegar de las posiciones que he expresado en el pasado”, explicó en una carta a los militantes de su partido.

 

Junto a ella desembarcan como secretarios de Estado Jean-Vincent Placé y Barbara Pompilio, representantes del ala moderada de los ecologistas y que abandonaron el EELV en otoño al considerar que este se había radicalizado.

 

Su entrada en el Gobierno amenaza con profundizar la fisura existente en los Verdes, pilotados por Cecile Duflot (quien, ironías del destino, había sido ministra de Vivienda en el Gobierno Ayrault), fiera opositora de las políticas de Hollande.

 

Hollande tendió también la mano a otro aliado, en este caso más incondicional, el líder del Partido Radical de Izquierda, Jean-Michel Baylet, quien se hará cargo de la cartera de Ordenación Territorial.

 

El nombramiento sorpresa fue el de la nueva titular de Cultura, que hasta ahora ejercía como consejera presidencial, Audrey Azoulay, quien sustituye en el cargo a Fleur Pellerin.

 

Mientras, dos exsecretarias de Estado, Annick Girardin y Laurence Rossignol, serán las responsables de Función Pública y de Familia, respectivamente.

 

El Elíseo ha proclamado con orgullo que el nuevo Gobierno, compuesto por 38 ministros y secretarios de Estado, es paritario, 19 hombres y 19 mujeres.

 

Sin embargo, esa paridad esconde una realidad menos agradable y es que, con la reciente salida de la exministra de Justicia Christiane Taubira, ninguna mujer se encuentra al frente de las carteras con mayor peso político.

 

En el análisis de su nuevo equipo, Valls destacó que este se caracteriza por la “experiencia y solidez”, además de por contar con una “base ampliada”, al dar cabida a los aliados de izquierda y ecologistas.

 

Para Valls, la mayoría gubernamental socialista “debe apoyarse en quienes estamos en la izquierda. Tras el éxito de la COP21, era importante que los ecologistas estén ahí para poner en marcha los acuerdos” de la cumbre del clima celebrada en París a finales del año pasado.