LONDRES. Investigadores estadunidenses encontraron que las chinches de las camas, que plagan habitaciones de hotel en todo el mundo, desarrollaron altos niveles de resistencia a los productos tóxicos utilizados para su control.

 

El rápido aumento de las poblaciones de chinches resistentes a los populares compuestos de piretroides y neonicotinoides requiere del desarrollo de nuevas tácticas de control, sugieren los científicos al presentar su investigación realizada en Estados Unidos.

 

En ensayos de laboratorio, los investigadores midieron la toxicidad de aplicaciones tópicas de cuatro neonicotinoides y tres piretroides, también evaluaron la actividad de las enzimas presentes en los insectos que metabolizan las sustancias tóxicas.

 

Los resultados mostraron altos niveles de resistencia a cuatro neonicotinoides (acetamiprid, imidacloprid, dinotefuran, tiametoxam), en poblaciones recogidas en casas particulares en Cincinnati y Michigan, Estados Unidos.

 

Dado que la actividad de las enzimas desintoxicantes se incrementó en la población muestra, los resultados sugieren que estas enzimas tienen alguna participación en la resistencia a los neonicotinoides, aunque otros mecanismos podrían estar implicados también, señalan.

 

La detección de altos niveles de resistencia a neonicotinoides limita las opciones para el control químico de insectos de la cama, por lo que los científicos sugieren que es necesario desarrollar nuevas tácticas para controlar las plagas de chinches de cama.

 

Estas chinches, cuyo nombre científico es Cimex lectularius L. (Hemiptera: Cimicidae), son insectos hematófagos, es decir que se alimentan con sangre de humanos y animales, que han resurgido en todo el mundo en los últimos 15 años.

 

Eran parte de la vida cotidiana antes de que se desarrollaran el DDT (dicloro-difenil-tricloroetano) y otros insecticidas de amplio espectro, que fueron ampliamente utilizados en las décadas de 1940 y 1950 para el control efectivo de las poblaciones de chinches.

 

Sin embargo, se informó de la resistencia de las chinches de cama -que también habitan en sofás y otros muebles similares- a los insecticidas alrededor de una década después.

 

Una de las hipótesis que explicarían el resurgimiento repentino de las chinches por periodos es la evolución de su resistencia a los insecticidas basados primero en los piretroides, los cuales fueron combinados con neonicotinoides en el más reciente brote.

 

En un artículo publicado en el Journal of Medical Entomology, de la Universidad de Oxford, los investigadores destacan “niveles dramáticos” de inmunidad en estos insectos a dosis regulares de los productos químicos.

 

Precisan que para matar a estos insectos se requieren concentraciones mil veces más grandes de lo necesario, por lo que ahora se requiere considerar métodos no químicos para eliminarlos.