Con la colocación de las 25 áreas contractuales, 20 de éstas a empresas mexicanas, la tercera licitación de la Ronda Uno fue calificada como un éxito al superar las expectativas de los especialistas e incluso del propio secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, quien antes planteó que la adjudicación de cinco campos sería un buen resultado.

 

El resultado de las empresas mexicanas fue óptimo, pues 18 firmas del país ganaron por lo menos un campo, dijo Lourdes Melgar Palacios, subsecretaria de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía (Sener) al término de la maratónica subasta a la que finalmente acudieron 40 de los 51 postulantes que habían obtenido su calificación.

 

De acuerdo con los resultados, la extracción de hidrocarburos en las áreas terrestres subastadas estará a cargo de ocho empresas nacionales y una canadiense, tres consorcios mexicanos, un consorcio mexicano-holandés y uno mexicano-estadunidense.

 

“Fue un éxito. Se superaron las expectativas de los expertos: se colocaron los 25 campos” a pesar de los bajos precios internacionales del petróleo, publicó en su cuenta de Twitter el presidente Enrique Peña Nieto.

 

Juan Carlos Zepeda Molina, titular de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), precisó que con el pico de la producción, que se prevé se alcance en los próximos tres años con un costo de extracción promedio de 14 dólares por barril, se alcancen 77 mil barriles de petróleo crudo equivalente al día, de los que 33 mil barriles corresponderían al petróleo y 204 miles de millones de pies cúbicos de gas.

 

Más prudente, Alfredo Álvarez, socio líder del sector energético de la consultora Ernst & Young (EY), dijo que si bien el resultado es “impresionante” existe la posibilidad de que alguno de los ganadores no quiera firmar el contrato, porque no entendió la licitación.

 

“Es posible que en algunos casos los ganadores no entendieran la licitación, porque los porcentajes de regalía son muy altos y son sobre ingresos. Hay campos en los que se comprometieron 92.5% de los ingresos, no de las utilidades”, comentó.

 

Pese a esta posibilidad, recordó que en caso de que las empresas no decidan firmar, en las bases de licitación se establece que el contrato pasaría al segundo lugar de cada proceso, por lo que se debe esperar a la firma de contratos para “echar las campanas al vuelo”.

 

George Baker, director de noticias del portal energía.com, coincidió en que hay “nubes” en el proceso. La mayor parte de las empresas que ganaron “son de trayectoria desconocida o cuestionable”, pues pocas de ellas han producido petróleo o gas.