El Banco de México podría esperar hasta el año entrante para subir su tasa de interés, aún cuando la Reserva Federal de Estados Unidos incremente su indicador, mencionó Marco Oviedo, economista en Jefe de Barclays.

 

En conferencia de prensa, mencionó que las condiciones del mercado interno no son lo suficientemente buenas para soportar adecuadamente un incremento, aunque sea gradual.

 

“El dato de inflación de noviembre se ubicó en 2.2% y el panorama de inflación hacia adelante todavía se ve muy positivo, debido a que los precios de la gasolina bajen en enero y vamos a seguir viendo noticias positivas en precios de telecomunicaciones”, por lo que no existen riesgos en los precios que obligue a incrementar la tasa.

 

Además, consideró que en el cuarto trimestre habrá una desaceleración en el crecimiento económico, a causa de una contracción en la actividad manufacturera, por lo que un incremento en la tasa de interés referencial podría incrementar el costo del crédito para sectores como construcción, por lo que podrían salirse de balance en sus operaciones financieras.

 

Por ello, consideró que el alza de tasas en México debe ocurrir una vez que se recupere la actividad económica, lo que, estimó, ocurriría en junio del año entrante.