La delegación Cuajimalpa, donde en últimos días se han registrado al menos seis deslaves, es un territorio con 49 barrancas que han mostrado crecimiento poblacional y, aunque no toda representan un riesgo, la demarcación reconoce que hay 17 asentamientos humanos en zona de riesgo.

 

De las 49 barrancas existentes, en 40 hay asentamientos humanos; la detección de este tipo de terrenos va en aumento, pues de acuerdo con un informe de la PAOT de 2010, en ese año en la demarcación sólo se tenían identificadas 18 barrancas, lo cual quedó asentado en el estudio Ocupación irregular y riesgo socioambiental en barrancas de la delegación Cuajimalpa de Morelos.

 

“Las barrancas integran importantes servicios ambientales para las personas que habitan dentro de ellas ocupando sus cauces, laderas y taludes, así como para el resto de la población del Distrito Federal, por lo que, para el funcionamiento y mantenimiento de ambos sectores, es importante conservar estas áreas”, menciona la PAOT.

 

En la solicitud de información con número de folio 0404000142615, solicitada por 24 HORAS, la delegación Cuajimalpa informó que las barrancas ocupan una superficie de poco más de 507 hectáreas, donde habitan alrededor de mil 764 familias.

 

El documento apunta que  17 asentamientos en zonas de alto riesgo por las pendientes de tierra, zonas federales de escurrimientos o zonas de alta tensión.

 

Las áreas de mayor peligro son Barranca del Diablo Loma de Pachuquilla, Camino de Hila, la Monera, La Plantación, Almeya, la Zopilotera, Altiburritos, el Mirador, Punta Ahuatenco, Parte Baja Ahuatenco, Camino a Oyamel, Quizazotle, el Batán, El Vacilón, Arroyo Borracho, Agua Bendita, Ladera de Zentlápatl y Panazulco.

 

La delegación también señaló a través de Infomex que hay 50 asentamientos irregulares de reciente instalación dispersos en una superficie de 650 hectáreas, con una población estimada de mil 829 familias.

 

La demarcación informó que hay asentamientos irregulares poco consolidados, pero que tienen una dinámica de extensión constante, lo cual  representa un peligro para los bosques y áreas naturales. Estos terrenos ocupan 103 hectáreas y se calcula ahí viven 243 familias.

 

De asentamiento irregular a consolidado

 

La casa de don Mauricio fue de las primeras en construirse en La Pila, una colonia situada en una barranca a un costado de la México-Toluca. Acceder a las casas es complicado si se utiliza la ladera, hay piedras y charcos que no son visibles a simple vista, porque el pasto cubre el agua acumulada.

 

Don Mauricio afirma que La Pila se ha llenado de habitantes provenientes del pueblo de Santa Fe, El Capulín y de Barrio Norte. Las viviendas empezaron con carencias, pero poco a poco se ha ido consolidando y actualmente tienen todos los servicios.

 

De acuerdo con la información obtenida vía transparencia, La Pila ocupa un territorio de 20 hectáreas. Los habitantes a veces sufren porque no hay agua potable y en la parte de debajo de la barranca ven difícil la temporada de lluvia. Fuera de eso, la barranca no ha representado peligro para don Mauricio.

 

Caso diferente son las viviendas ubicadas en Punta Ahuatenco, La Zopilotera, El Mirador y la Monera, entre otras áreas, las cuales permanecen pobladas pese a que desde 1996 se tuvo la intención de desalojarlas por estar ubicadas en suelo de conservación.