La suspensión que consiguieron los abogados de la familia Elizalde Benavides para permitir la importación de un medicamento que contiene cannabidiol se convertirá en el paso a seguir para pacientes que, como la niña Graciela Elizalde, buscan en la sustancia derivada de la mariguana mejorar su calidad de vida.

 

En conferencia de prensa, Raúl Elizalde y el equipo de activistas, abogados y médicos que han acompañado a la familia en el proceso informaron que lograron importar vía Reino Unido-Estados Unidos-México el medicamento “Charlotte web”.

 

Aunque costó 250 dólares, requirió un trabajo legal de más de seis meses para conseguir, primero, la suspensión provisional y luego la definitiva que permitirá a los familiares seguir el tratamiento sin incurrir en un delito. Más de 300 pacientes que se han contactado con Raúl y su esposa Mayela, esperan acceder al cannabidiol para mejorar su calidad de vida.

 

“Como todavía tenemos efectos reducidos y limitados para atender solamente a aquel que promueve el juicio de amparo, hasta que no tengamos una declaración general de inconstitucionalidad de la Suprema Corte habría que intentar un juicio de amparo (por) cada una de las personas con estos problemas. El camino andado servirá de muestra para que los jueces de distrito sepan por dónde transitar”, explicó el abogado Fabián Aguinaco Bravo.

 

400 convulsiones al día padece la menor debido al síndrome de Lennox-Gastaut, las cuales podrían reducirse con el fármaco derivado de la cannabis que consiguió legalmene adquirir e importar la familia.