Desde hace varios años, trabajadores y proveedores de la empresa fabricante de automóviles Volkswagen advirtieron la existencia de un software diseñado para manipular pruebas de emisiones de gases contaminantes de vehículos con motor diésel.

 

De acuerdo con medios alemanes, Volkswagen recibió advertencias por parte de su proveedor Bosch en 2007, año en el que el ahora ex director de la compañía, Martin Winterkorn, tomó las riendas de la automotriz.

 

Asimismo, en 2011 técnicos de la compañía alertaron sobre violaciones de la ley por el uso del mecanismo que se estaba introduciendo en los vehículos con motor diésel, pero la empresa no reconocería el hecho hasta cuatro años después, cuando autoridades ambientales en Estados Unidos descubrieron las modificaciones.

 

Ahora, Volkswagen evalúa el costo para su negocio y reputación que traerá consigo el mayor escándalo en sus 78 años de historia, tras reconocer que instaló software en motores diésel para esconder las emisiones de gases en al menos 11 millones de autos.

 

Aunque Winterkorn declaró tras su renuncia que desconocía las manipulaciones a los motores, las versiones publicadas por los medios suscitan dudas sobre su comportamiento por acción u omisión.

 

Diversos países, entre ellos México, iniciaron sus propias investigaciones luego que se descubrió que la compañía adulteró las pruebas de emisiones de gases en Estados Unidos.

 

Este domingo, el nuevo presidente de la empresa, Matthias Müller, quien hasta el pasado viernes se desempeñaba como director de Porsche, aseguró que aclarará completamente lo sucedido en torno al escándalo.

 

Mientras tanto, la compañía automotriz tiene hasta el próximo 7 de octubre para presentar un calendario en el que detalle un plan para subsanar la manipulación de las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos, según la exigencia de autoridades de Alemania.

 

En caso de que Volkswagen no cuente con dicho plan, los vehículos afectados podrían perder su homologación, lo que supondría que no tendrían permiso ni para ser vendidos ni para circular.