Los fragmentos encontrados en el lugar donde cayó el vuelo MH17 de Malaysia Airlines con casi 300 personas a bordo en el este de Ucrania en julio de 2014, podrían pertenecer a un misil fabricado en Rusia, informaron hoy investigadores holandeses.

 

Los fragmentos procederían posiblemente de un misil BUK, según el Consejo de Seguridad de Holanda, encargado de realizar la investigación de las causas de la catástrofe.

 

Los expertos internacionales y holandeses investigan “varias partes posiblemente procedentes de un misil BUK tierra-aire”, según un comunicado conjunto de la Fiscalía y de los servicios de seguridad holandeses.

 

Estos pedazos son “de especial interés” para los expertos, ya que podrían aclarar quién fue el responsable del derribo.

 

Los 298 ocupantes del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, que cubría la ruta entre Amsterdam y Kuala Lumpur, fallecieron el 17 de julio del año pasado cuando el Boeing-777 en el que viajaban fue supuestamente derribado mientras sobrevolaba la región oriental de Donetsk, en Ucrania.

 

El Consejo de Seguridad de Holanda distribuyó en julio pasado un borrador de su informe en el que responsabilizaba a los rebeldes prorrusos del este de Ucrania del derribo del avión, aparentemente por un misil BUK tierra-aire.

 

Holanda, que perdió a 192 ciudadanos en esta tragedia, se encargó de coordinar la investigación sobre las causas de la tragedia, así como de la investigación penal y de la misión de repatriación de los cuerpos.

 

Sin embargo, el gobierno holandés ha querido dejar claro que, por el momento, no se puede establecer ninguna “conexión” entre los supuestos restos de misil y la tragedia del vuelo MH17.

 

Ucrania y varios países occidentales acusan a los rebeldes prorrusos de haber derribado el avión, probablemente usando un misil BUK proporcionado por Rusia, sin embargo este país y los rebeldes rechazan cualquier tipo de responsabilidad y apuntan al ejército ucraniano.